Los toros en los programas electorales:una nota al margen
¿Les importan algo los toros a los políticos? Ahoguen sus carcajadas y sigan leyendo. A tenor de los programas electorales con los que los principales partidos concurrirán a los comicios generales del 20N, la respuesta es no. Un no rotundo. La tauromaquia es apenas una nota al margen en las hojas de ruta de las formaciones políticas.
El único partido que pide defender la tauromaquia es el PP, y lo hace con una tibieza digna del mejor oportunismo. UPN se vuelca en los sanfermines, los ecologistas de Equo divagan e Izquierda Unida se muestra coherente: pide no ayudar, pero tampoco prohibir. ¿Y el PSOE? Rien de Rien. Nada.
El PSOE no es el único partido que hace mutis por el foro. CiU, PNV, ERC, BNG, ICV y UPyD no dedican ni una sola línea a la tauromaquia, para bien o para mal, en sus programas.
Partido Popular: Sin echar la pata palante
"Fomentaremos la protección de todas las manifestaciones artísticas tradicionales que sean parte de nuestra cultura, como la tauromaquia". Eso es todo lo que apunta el programa popular sobre el segundo espectáculo de masas de España. Ni "blindaremos" ni "impediremos su prohibición"; apenas nada. Como los malos toreros y alguno que otro bueno, el PP no ha echado la pata palante para asumir el blindaje de los toros, hecho que revocaría la prohibición catalana. Rajoy ha dicho que quiere esperar a la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) antes de actuar, y eso es lo peor que puede hacer, ya que, como bien le ha dicho el TC, un blindaje de los toros significaría una "inconstitucionalidad sobrevenida" de la prohibición catalana. O sea, un 100% de posibilidades de revocar la abolición. Y la sentencia del TC tiene, hoy por hoy, el 50% de probabilidades de caer de uno u otro lados, como admiten fuentes del Alto Tribunal. Se puede resumir en una palabra el contenido taurino del programa del PP: gatillazo. Tarde de expectación, tarde de decepción.
PSOE: Como Cagancho en Almagro
Si lo del PP es un gatillazo, lo del PSOE es quedar como Cagancho en Almagro, o peor. Así de mal hay que hablar de un programa que no incluye ni una letra sobre toros, después de que el propio PSOE se comprometiese "al fomento y a la protección de la tauromaquia" como "producto cultural" en el Real Decreto de traspaso de las competencias taurinas del Ministerio de Interior al de Cultura..
Izquierda Unida: No financiar, pero tampoco prohibir
El punto 6 del apartado 3 (Propuestas Ambientales) del programa de Izquierda Unida se titula "Protección animal". Y dice así: "Proponemos una Ley de Protección animal, en la que se contemple la eliminación de la financiación por parte [sic] de espectáculos que contemplen el maltrato y muerte pública de animales. Por tanto, no se financiará ni se dará publicidad a las corridas de toros, a las peñas taurinas o a las escuelas taurinas". Al menos, no piden la prohibición. Sólo que no se financien ni publiciten desde el sector público las corridas. En Cataluña yo habría firmado esta propuesta de IU. No nos deis un duro, vale, pero al menos respetad (a lo William Wallace)... ¡la libertad! .
¿Les importan algo los toros a los políticos? Ahoguen sus carcajadas y sigan leyendo. A tenor de los programas electorales con los que los principales partidos concurrirán a los comicios generales del 20N, la respuesta es no. Un no rotundo. La tauromaquia es apenas una nota al margen en las hojas de ruta de las formaciones políticas.
El único partido que pide defender la tauromaquia es el PP, y lo hace con una tibieza digna del mejor oportunismo. UPN se vuelca en los sanfermines, los ecologistas de Equo divagan e Izquierda Unida se muestra coherente: pide no ayudar, pero tampoco prohibir. ¿Y el PSOE? Rien de Rien. Nada.
El PSOE no es el único partido que hace mutis por el foro. CiU, PNV, ERC, BNG, ICV y UPyD no dedican ni una sola línea a la tauromaquia, para bien o para mal, en sus programas.
Partido Popular: Sin echar la pata palante
"Fomentaremos la protección de todas las manifestaciones artísticas tradicionales que sean parte de nuestra cultura, como la tauromaquia". Eso es todo lo que apunta el programa popular sobre el segundo espectáculo de masas de España. Ni "blindaremos" ni "impediremos su prohibición"; apenas nada. Como los malos toreros y alguno que otro bueno, el PP no ha echado la pata palante para asumir el blindaje de los toros, hecho que revocaría la prohibición catalana. Rajoy ha dicho que quiere esperar a la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) antes de actuar, y eso es lo peor que puede hacer, ya que, como bien le ha dicho el TC, un blindaje de los toros significaría una "inconstitucionalidad sobrevenida" de la prohibición catalana. O sea, un 100% de posibilidades de revocar la abolición. Y la sentencia del TC tiene, hoy por hoy, el 50% de probabilidades de caer de uno u otro lados, como admiten fuentes del Alto Tribunal. Se puede resumir en una palabra el contenido taurino del programa del PP: gatillazo. Tarde de expectación, tarde de decepción.
PSOE: Como Cagancho en Almagro
Si lo del PP es un gatillazo, lo del PSOE es quedar como Cagancho en Almagro, o peor. Así de mal hay que hablar de un programa que no incluye ni una letra sobre toros, después de que el propio PSOE se comprometiese "al fomento y a la protección de la tauromaquia" como "producto cultural" en el Real Decreto de traspaso de las competencias taurinas del Ministerio de Interior al de Cultura..
Izquierda Unida: No financiar, pero tampoco prohibir
El punto 6 del apartado 3 (Propuestas Ambientales) del programa de Izquierda Unida se titula "Protección animal". Y dice así: "Proponemos una Ley de Protección animal, en la que se contemple la eliminación de la financiación por parte [sic] de espectáculos que contemplen el maltrato y muerte pública de animales. Por tanto, no se financiará ni se dará publicidad a las corridas de toros, a las peñas taurinas o a las escuelas taurinas". Al menos, no piden la prohibición. Sólo que no se financien ni publiciten desde el sector público las corridas. En Cataluña yo habría firmado esta propuesta de IU. No nos deis un duro, vale, pero al menos respetad (a lo William Wallace)... ¡la libertad! .
Por Juanma Lamet
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