Fotos: Carlos Pereleteguia |
En aquel festejo en la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes vio como recogía los frutos de una buena temporada, pero un inoportuno percance le dejó 50 días en el dique seco.
Por eso, esta tarde en Alba de Tormes era el día y el lugar marcado a fuego en su calendario.
Del Álamo indultó a Lilleto de Domingo Hernández, un buen toro que tuvo las cualidades de la nobleza, la codicia y la duración. Estas virtudes supo entenderlas el diestro que estuvo a la altura y elaboró una faena de alta intensidad sobre los dos pitones.
El público se volcó pidiendo el indulto que concedió el presidente.
El público se volcó pidiendo el indulto que concedió el presidente.
Juan del Alamo, impresionante, es un torero que nos va a dar muchas satisfacciones en las temporadas venideras.
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