Medio
siglo de la muerte del ganadero don Diego Garrido
Se cumple hoy cincuenta años
del fallecimiento del ganadero sanjuanero don Diego Garrido Domínguez, creador
de una ganadería que, en la actualidad, pertenece a su sobrino nieto Marcelino
Acosta Cañas.
Diego Garrido había nacido
en San Juan del Puerto en el seno de una familia agrícola
y ganadera, siendo el menor de tres hermanos.
A lo largo de su vida
profesional, el campo y la ganadería fueron los ejes de su actividad
empresarial. La familia poseía una punta de vacas que destinaban a festejos
menores, lidiándose por algunos pueblos de la provincia.
Esta afición taurina hizo
que Diego Garrido adquiriese dos camadas de erales y añojos a José Benítez
Cubero. Dado que necesitaba disponer de un hierro, en el año 1.952 compró uno
de los lotes en los que se dividió la ganadería de don Bautista Conradi.
Diego Garrido varió el hierro por el que
actualmente se utiliza y adquirió un lote de vacas añojas y eralas de José
Benítez Cubero, eliminando todo lo de Conradi, aunque, realmente, quedaron
algunos machos para ser utilizados como sementales por cuanto en la adquisición
de las camadas de Benítez Cubero no habían entrado ningún macho.
Las reses
pastan en la finca La Torre, ubicada en el término municipal de San Juan del
Puerto. La raíz de la ganadería está en Vázquez; el tronco es Varela-Enrile-
Juan de Dios Romero; la línea es González Nandín- Juan Conradi, derivada en
Cecilia Conradi-Diego Garrido (que encastó en Benítez Cubero) y encaste Benítez
Cubero.
La antigüedad de esta ganadería es de 30 de septiembre de 1.990.
A lo largo de su vida, don
Diego Garrido lidió festejos en las plazas más importantes de España, logrando
importantes triunfos. Al mismo tiempo, las puertas de su ganadería estuvieron
siembre abiertas para los toreros onubenses que acudían a prepare a La Torre
donde encontraban muchas facilidades por parte del escrupuloso ganadero.
Al fallecimiento de don
Diego Garrido, tras una larga enfermedad cuando contaba con sesenta y ocho años
de edad, la ganadería se anunció a nombre de su viuda doña Joaquina Amores
Yllanes y, al fallecimiento de ésta, pasó a sus sobrinas Consuelo y Josefa
Cañas Amores, que lidiaban a nombre de Ganadería de Diego Garrido.
La parte
correspondiente a doña Consuelo fue vendida mientras que la otra pasó, en el
año 1.996, a lidiarse bajo el nombre de Guillermo Acosta Otero, nombre que aún
se usa aunque haya pasado la propiedad a su hijo Marcelino Acosta Cañas.
Por Vicente Parra Roldán
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