Azpeitia
Seis toros de Cuadri,de soberbias hechuras y extraordinario cuajo. Salvo un primero y un sexto apagados, todos se emplearon y dieron juego. Aplaudidos todos en el arrastre.
UNA IMPONENTE CORRIDA de Cuadri. Volúmenes, cajas, culatas, pechos y romana: un promedio de 560 kilos. Tres toros de casi 600. Más que el cuajo, insuperable, contó el fondo. La bravura, la seriedad de conducta. Una línea o un estilo comunes, porque la ganadería de Cuadri, pura hondura, es encaste singular. El toro embiste de otra manera. Un estilo mutante de tercio en tercio y de tramo en tramo. Una presencia apabullante. Corrida armada, pero ni descarada ni cornalona. Armónicas defensas, armónicas proporciones dentro de un perfil inmenso. Un primer toro acapachado, de abundante quilla; un segundo ensillado, alto de agujas, muy ligero; un tercero de perfecto remate, el más bello de los seis y el de más original bravura porque se encampanó unas cuantas veces y hasta después de aplomarse estuvo atento a engaño sin rendirse.
Un cuarto temperamental, que se escupió del caballo de pica, arreó en banderillas más que ninguno y sacó en la muleta elasticidad sorprendente y arrancadas de alto voltaje; un quinto de hondura monumental, que apretó desde el primer viaje, peleó en el caballo y derribó de bravo, y más noble que los demás; y un sexto que escarbó, y fue el único que lo hizo, y se revolvió, y también fue el único. Negros los seis.
La personalidad, por tanto. El ruedo de Azpeitia es diminuto. No llega a los cuarenta metros el diámetro. Se obró el milagro de que matadores y cuadrillas aceptaran que solo saliera a picar un caballo y no los dos. Y por eso, y no solo por eso, los seis toros llenaron la plaza como si la ocuparan desde el momento de asomar hasta la hora del arrastre. Efecto óptico: el ruedo pareció mayor de lo que es. Los seis toros se sujetaron y pelearon sin aquerenciarse ni apretar a querencia.
Y eso fue una fiesta.
La faena de Javier Castaño al encastado cuarto fue muy emocionante, entrega total de Javier Castaño que estuvo a gran nivel. Excelente derechazos antes de un final de faena en las cercanías.
El tercio de banderillas de la cuadrilla de Javier , sencillamente extraordinario.
Paulita destacó por su personalidad, su buen capote y unos excelentes naturales.
Sergio Serrano fue la ambición, las ganas y el no afligirse ante tamaña prueba. Suya fue la estocada de la tarde.
Nota: El único pero al día de ayer es que se abusase del monopuyazo. Este año sólo sale un caballo al pequeño ruedo de Azpeitia. Ahora sólo falta que se exija un mínimo de dos entradas al caballo
Nota: ¡Y Fandiño , mientras tanto, matando una de J.L. Pereda en Huelva con Ponce y Talavante! Degenerando.
Fuente :.http://torear.blogspot.com.es/.
No hay comentarios:
Publicar un comentario