EL BOMBITO

División de opiniones sobre el nuevo sorteo de Simón Casas

Si lo que pretendía el sorteo mixto de Simón Casas con su "nueva fórmula" para San Isidro era levantar expectación y provocar que se hable de toros, el éxito ya lo ha conseguido. 
Muy lejos, eso sí, de la aceptación casi unánimente favorable que obtuvo con la lotería transparente de la última Feria de Otoño.
 Las opiniones se han dividido en la prensa y en la afición taurinas.

 Desde quienes piensan que es un invento light que ha aguado la pureza del completo azar a quienes ven precisamente en esa grieta un vector para corregir desfases de la ruleta pura. Desde quienes ven una ventaja para las figuras -los Ponce, Juli, Morante, Manzanares, Roca Rey- a quienes intuyen una trampa que reducirá su presencia en la plaza donde más cotizan....

En cualquiera de los casos, los ases de la tauromaquia se verán obligados, o no, a retratarse. O quizá exista una gatera en la chistera del productor francés. No exenta del estigma que supondría elegirla. El caso es que desde que saltó la noticia se suceden las versiones, diferentes y opuestas, blancas y negras, incluso mixtas como la propia lotería de Casas.

 EL MUNDO ha querido sondear la opinión de profesionales de la comunicación del planeta de los toros y también pulsar la voz de la afición.
Para Federico Arnás, director del programa Tendido Cero de TVE, "el bombo se ha quedado en bombito": "10 puestos de 81, los destinados a las corridas de toros de San isidro, significa poco más del 10 por ciento. El bombo se ha quedado en bombito. Queda por saber si las principales figuras aceptan la nueva regla o se agrupan en las corridas extraordinarias para eludir el azar".

Desde la revista decana del panorama taurino, Aplausos, José Luis Benlloch, su director, ve el movimiento de la empresa de Madrid con algo más de optimismo porque agita el cuadro inmovilista y, en definitiva, "supone una gran mejora". Una buena solución que aún puede y debe mejorar y/o crecer. Regatea la utopía de un sorteo puro que ni en el deporte se produce; sigue avanzando en busca de soluciones que desestabilicen el inmovilismo que tanto y tan justamente cabrea; crea expectación mediática que tanta falta hace y tan buenos efectos produjo en Otoño, en realidad ya ha empezado; abre puertas a carteles que de otra forma serían impensables; tiene ventanas para respetar los derechos legítimos que reclaman las figuras; da opción a corregir si lo hubiese alguna incongruencia de un sorteo puro; dado los nombres ganaderos que participan nadie puede decir razonadamente que no acepta; y tal y como está planteado puede dejar retratado a alguno que se resista... De donde estábamos a donde nos lleva supone una gran mejora".

Carlos Ruiz Villasuso, editor de Mundotoro.com, hace una profunda reflexión sobre el toreo en el siglo XXI que podría resumirse en una frase: "La reiteración en la oferta y la previsibilidad dentro del espectáculo no casa con las mutaciones continuadas en la sociedad española". Y va más allá: "La Tauromaquia en la plaza es, básicamente , la misma oferta de ocio cultural / espectáculo que hace un siglo. Esta monotonía de oferta y contenido es positiva al incluirla en los ritos y tradiciones que mantienen su acervo y definición cultural. Pero si la Tauromaquia es más que un contenido cultural (y en mi opinión lo es) no ha habido durante muchas décadas una reflexión sobre este asunto: cuánto y hacia dónde han variado las sensibilidades, gustos y querencias de los españoles. En 100 años años o más. Y supongo que mucho. Tanto que aquella lógica y necesaria implantación del peto en el caballo es ya algo que puede ser insuficiente. La reiteración en la oferta y la previsibilidad dentro del espectáculo no casa con las mutaciones continuadas en la sociedad española. Que se intente modificar el paso reiterado es bueno en todos los sentidos. Lógicamente el bombo no podrá ser ciento por ciento si no queremos variar esa esencia justa que hizo que los grandes lo fueran. Un grande, entre otras cosas, se ganó el derecho de elegir. Como así ha sido toda la vida en el toreo. Pero eso no es incompatible con privar del azar y de la sorpresa y en cierto modo de hacer creer que nada está hecho de antemano y que la suerte también cuenta. Siempre ha contado. El toreo se basa en suertes. Que no esconda nada el bombo. Y que sea más que para bien para reflexionar que las cosas cambian".

Álvaro Acevedo, responsable de Cuadernos de Tauromaquia, también es escéptico y piensa que no hacían falta tantas alforjas para este viaje de Simón Casas: "Esta nueva fórmula, lo único que va a permitir es que en los carteles con figuras del toreo entre un tercer torero, el del bombo, de otro status. Para este viaje no hacen falta alforjas, pues basta con que Simón abra un poco los carteles con toreros que de verdad merezcan esa oportunidad. Pero la esencia de la fórmula del sorteo queda en segundo plano y el asunto pierde bastante interés. Ha sido una solución habilidosa para cambiar algunas cosas pero que todo siga igual. La clave estará ahora en seleccionar con criterios basados exclusivamente en los méritos contraídos en el ruedo, a esos 10 toreros elegidos para el sorteo".

Marco Hierro, que dirige el portal Cultoro.com, cree que "Simón Casas, que suele tener buenas ideas que los tamices de la realidad taurina convierten a veces en esperpentos, tal vez dé con el equilibrio del bombo en San Isidro con el formato propuesto de 10 ganaderías, 10 toreros y 10 días que, sin embargo, no será sorteo puro. Y eso ya hace que diste el mejunje del exitoso preparado de Otoño. Ojalá funcione -tampoco sería tan descabellado, a pesar de esta opinión- porque anda la tauromaquia del siglo XXI -el del ocio por antonomasia- necesitada de formatos nuevos y nuevas ideas que la modernicen".

Para el aficionado Domingo de la Cámara, una de las voces más activas de las redes sociales, un activista taurino creador del programa de Youtube Al toro por los cuernos, la cosa está clara: "Lo del sorteo me parece muy bien. Pero el sorteo de verdad: con todos los toreros y todas las ganaderías en el bombo. Este sorteo restringido de San Isidro 2019, me huele a una jugada vistosa para evitar los carteles redondos (y caros) y evitar la segunda tarde de las figuras..."