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viernes, 22 de marzo de 2013

Humanizar animales, deshumanizar personas



Firma invitada
Por JUAN IRANZO

Humanizar animales, deshumanizar personas


You Tube, el sitio web más importante en el que se comparten videos de todo el mundo, quiere toros sin sangre. Esta inmensa filmoteca compara las imágenes de corridas de toros, con las de "fabricación de bombas o consumo de drogas".
El pasado miércoles, esta filial del gigante Google canceló la cuenta de Pablo López Rioboo (pablolr89), una de las colecciones más importantes de vídeos taurinos que recibía millones de visitas por usuarios de todos los continentes. Un día después la reprobación se posa sobre Cultoro.
Desde You Tube explicaron que tienen derecho a "sin necesidad de preaviso y a su elección exclusiva" de suprimir los contenidos que no cumplan los requisitos de contenido estipulados en sus "Términos y Condiciones'". Así, las corridas de toros pasan a ser juzgadas como contenido de "actividades negativas como abusos a animales, consumo de drogas o fabricación de bombas" según señaló la compañía para justificar su censora decisión.

No es el primer caso en el que este gran contenedor audiovisual clausura las cuentas de usuarios afines a la tauromaquia, evidenciando una postura contraria y contrariada. Y es que argumentar que el toreo es una forma de violencia, como explicación a su conducta, sería respetable —y entendible por desconocer la propia idiosincrasia de esta cultura- si a su vez se retiraran los miles de vídeos en los que el brazo dictaminador no ha actuado.
Imágenes de personas que se prenden fuego a lo bonzo, peleas de perros y gallos o imágenes de profesores que golpean a sus alumnos (ejemplos que compruebo personalmente para documentar este escrito) se convierten en fiel muestra que cuestiona la imparcialidad del ente. Los contínuos ataques que recibe el toreo dentro y fuera de las fronteras de los países que lo custodian, solamente reflejan la parte más menuda de un movimiento inmensamente poderoso que busca una fuente inagotable de ingresos: las mascotas.
Según datos de un estudio facilitado por la organización de Propet (Feria para el Profesional del Animal de Compañía) en el año 2009, en España el 60% de las familias tenía al menos un animal de compañía. Había 22 millones de mascotas a través de los cuales las familias gastaban una media de 1.500 euros anuales, facturando 700 millones. Piensos, medicamentos, hospitales, clonaciones, cementerios y todo tipo accesorios para las mascotas, son el "petróleo" del siglo XXI.
Por lo tanto, es comprensible el esfuerzo de todas las partes implicadas en este lobby y su esfuerzo en incidir sobre la sensibilidad de las personas, para conseguir que los animales alcancen cotas de bienestar (mal entendido muchas veces) muy superior a la de sus propios amos. Incluso estas prácticas llevadas hacia una obsesión desmedida por parte de los dueños, se podrían considerar maltrato en toda regla. Un perro necesita ser tratado como un perro, lo que es, el cual tiene necesidades de perro, no de humano.
Por todos estos argumentos tratados, es evidente entender que el movimiento "antitaurino" tiene una fuerte base dentro de los intereses del lobby de las mascotas, donde su potente, ávaro y ambicioso brazo alcanza multinacionales, entes de la comunicación y hasta gobiernos.
 Cuanto más humanos sean los animales más necesidades generarán, y más negocio moverán, algo lícito, necesario y respetable siempre y cuando en ese camino no se atente contra la libertad del prójimo, porque en este punto se deshumaniza a la persona.

1 comentario:

Paco Montesinos dijo...

Enhorabuena por el artículo, lo voy a retuitear. ¡Magnifíco! Descubre la verdad dentro de toda esta mentira del animalismo: la pela de las multinacionales