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domingo, 17 de marzo de 2013

Vaya desperdicio de corrida


Las figuras recurren al toreo barato ante los de Garcigrande

8ª FALLAS
17/03/13.
Toros: GARCIGRANDE y un sobrero (6º) de CUVILLO, mal presentados pero que dieron un juego notable (2). 
Toreros
SEBASTIAN CASTELLA:de azul noche y oro (0). Pinchazo y estocada trasera. Un aviso (silencio). Estocada trasera. Un aviso (una oreja).
JOSÉ MARÍA MANZANARES:de azul noche y oro (0). Estocacada y ocho desabellos. Dos avisos (silencio). Bajonazo tendido y estocada. Un aviso (una oreja).
ALEJANDRO TALAVANTE:de carmesí y oro (1). Medias estocada tendida y traera (una oreja). Pinchazo, media estocada y descabello (silencio).
Ya era hora de ver la plaza llena, con el papel agotado en taquillas. Las llamadas figuras han llevado la gente y puede que hasta el final se enderece esta feria que ha registrado las peores entradas que se recuerdan en Fallas. Y, además, pudo ser una tarde redonda, una tarde de toreo del bueno porque los de Garcirande resultaron unos auténticos bombones
En efecto,la corridita, impresentable, resultó de dulce para la muleta. No se cansó de embestir y lo hizo con una calidad excepcional.
 Por ejemplo el lote de Sebastián Castella, un lujo. Y sin embargo el francés estuvo trapacero, insoportable, dejándose ir dos toros para bordar el toreo. Pegó docenas de muletazos en una rutinaria y vulgar sucesión de latigazos. La orejita del cuarto fue un exceso de un público fallero y que estaba de fiesta.
José María Manzanares, desconocido con su primero al que no pegó nin un pase limpio, se aprovechó después de la babosa que salió en qunto lugar para hacer un toreo de bisutería.
 A la gente le entró por lo ojos y no le importó el primer sablazo antes de la estocada y le dieron otro presente en forma de oreja.
Alejandro Talavante está olvidando o mejor de su toreo, la pureza, para hacer un remedo sin cruzarse y fuera de cacho. La faena al tercero, por debajo del toro, fue un abuso de citar con el mando a distancia, a veces casi en la lejanía, aunque tuvo, al menos, el argumento de desarrollarla faena que llevaba en la cabeza.
Se equivocó forzando la devolución del sexto, un novillejo blando pero nobilísimo. Y se equivocó porque el sobrero de Cuvillo tenía muy mala leche y Talavante no dió una a derechas, derrotado sin paliativos.

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