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lunes, 2 de mayo de 2016

El toledano gusta en su debut en la Maestranza

Oreja al oficio de Álvaro Lorenzo en Sevilla

La primera novillada del abono  sevillano acartelaba a tres de los nombres más interesantes del escalafón con el debut ganadero de El Parralejo. El festejo tuvo un comienzo interesante con los dos primeros que dieron juego para triunfar, al igual que el cuarto, pero solo Álvaro Lorenzo tocó pelo. Hubo competencia en quites e interés en el ruedo aunque con distinto resultado.

REAL MAESTRANZA. Domingo, 1 de mayo de 2016. Más de media entrada. Novillos del Parralejo,bien presentados y de juego variado, aplaudidos 1º y 2º.ÁLVARO LORENZO, de añil y oro. Estocada (oreja). En el cuarto, pinchazo sin soltar y media estocada. Aviso (saludos).GINÉS MARÍN, de grana y oro. Estocada trasera y algo caída (vuelta tras petición). En el quinto, estocada al encuentro desprendida. Aviso (saludos).PABLO AGUADO, de tabaco y oro. Dos pinchazos, estocada y dos descabellos (silencio). En el quinto, pinchazo y estocada (saludos).
Álvaro Lorenzo se presentaba en la Maestranza. Le tomó el pulso a la noble embestida del primero de mitad de faena en adelante cuando empezó a sonar la música. Estuvo firme y asentado ante un novillo que pareció estar justo de fuerzas pero que aguantó cuando el toledano le acortó los terrenos. Abrochó por bernadinas muy ajustadas y comprometidas y la eficaz estocada le valió una oreja. Al cuarto lo llevó hasta la boca de riego con templadas verónicas en un emocionante recibo rematado a una mano. Hubo temple y se pidió música pero faltaron cosas: ligazón y un poco más de empuje al novillo.
Ginés Marín vino a por todas pero  solo consiguió  una vuelta al ruedo. Comenzó la faena de rodillas casi en los medios. Serie larga y vibrante que continuó en dos series más con la diestra aprovechando la repetidora embestida de «Trianero» que arrancaron el pasodoble. A partir de ahí bajó el tono. El quinto fue el garbanzo negro del encierro.Pese a eso estuvo porfioso y el público ovacionó su entrega.
El sevillano Pablo Aguado pechó con el peor lote. En el tercero estuvo bien a la verónica y en la única serie al natural que le permitió el astado, que fueron las mejores de la tarde, y poco acertado con los aceros. Como ya hizo el año pasado, se fue a los medios es recibir al sexto y de rodillas le dio varios faroles emocionantes. Fue lo más destacado, ya que sólo pudo dejar detalles con la muleta

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