Cuesta porque la amenaza antitaurina se cierne contra el pueblo que levanta su Fiesta y honra a la Tauromaquia levantando su plaza y al toreo le abre el camino a través de su feria de novilladas, que vive con total entrega y pasión.
Pero el totalitarismo y terrorismo antitaurino amenaza todo ese entramado social y asociativo.
En nombre de la moral. Qué tristeza. Qué impotencia, además, su ruido e intoxicación mediática.
En el paseo por Algemesí sí hemos escuchado a la gente debatir y decir que "qué es eso de que vengan a insultarte a tu casa" --porque los antitaurinos, unos 200 dicen, vienen la mayoría de fuera-- o a los niños contarse que "anoche vinieron los antitaurinos esos y quieren cortar las cuerdas de la plaza (con madera y cuerdas se levanta la plaza) y quemar el pueblo".
El insulto, el miedo, la amenaza y la agresión verbal o física tiene un nombre: Terrorismo Antitaurino.
El ataque antitaurino sucedió la noche del miércoles Durante el resto del día Algemesí ha vivido desde las nueve de la mañana un día más de los diez que componen su Setmana de Bous.
El encierro, el almuerzo, los niños en la calle jugando al toro, el sorteo, la comida en el parque Salvador Castell y por la tarde, en pasacalle, todas las peñas cadafaleras abrazadas camino a la plaza, que llenaban los tendidos con 3500 personas cada día dando vida a ese símbolo que es un auténtico tesoro cultural y espacio de múltiples emociones. Como las que se han vivido con las novilladas y los novilleros con hambre y personalidad; oficio y valor.
Qué gozada esa intensidad, qué derroche de todo un pueblo desde que levanta su plaza hasta que saca a su torero por la puerta grande. La Tauromaquia del pueblo y en manos del pueblo. No cabe más verdad ni más emoción ahí. L'enhorabona a tot el poble d'Algemesí.
Publicado por Andrés Verdeguer Taléns http://cornadasparatodos.blogspot.com.es/
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