El 26 de septiembre de 2009 se cumplirán veinticinco años de la muerte en Pozoblanco de Francisco Rivera, Paquirri, el torero que nos hizo entender después de mucho tiempo que hasta los más poderosos están en manos del destino.
Pero en el adiós de los grandes, sean éstos conocidos o anónimos, siempre queda una estela eterna. Su obra, desde luego, y más importante, los valores que deja a los que continúan su camino.
De Francisco Rivera Pérez se heredó un legado de cómo andar por la Fiesta, que es como decir, de cómo andar por la vida. Un legado que sí es inmortal
.Por Álvaro Acevedo
Foto: Archivo Arjona
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