El nuevo opus de Tierras Taurinas, el número 28, viaja a la marisma.
Cuna de mitos y leyendas, la marisma del Guadalquivir ha sido la patria de todos los encastes fundacionales: Rivas, Vistahermosa, Cartujos, Ulloa, Vazqueños, Cabrera...
A partir de este toro autóctono que criaron ahí mismo, siglos antes, los Tartesicos y los Fenicios, nacieron las ganaderías más emblemáticas de nuestra Historia.
Desde todas se veía la Giralda pero de este esplendor pasado sólo quedan hoy las de Escobar, Peralta, García Campos, y algo de Pablo Romero.
Ahí también los Gallos empezaron a volar y Juan Belmonte a hacer luna.
Ahí nació el último gran revolucionario del toreo, Paco Ojeda, y el que lo fue del rejoneo, Ángel Peralta.
La foto de la portada simboliza a la perfección el profundo cambio producido en la idiosincrasia de la marisma: en la plaza en ruinas de una de las ganaderías más emblemáticas de la zona, la de Pérez de la Concha, Morante simula el primer pase que dio en este mismo escenario siendo un crío.
El mensaje es sencillo: antaño cuna de las ganaderías de postín, la marisma lo es hoy del torero más artista, quien descubrió su vocación precisamente en este lugar por su indiscutible entorno torista.
Lo cual permite establecer un paralelo evidente entre la evolución de la marisma y la Fiesta: ambas han avanzado hacia una explotación racional de sus recursos naturales, mientras que el precio de su éxito ha supuesto la renuncia de una parte de su identidad.
El opus trae consigo reportajes en las ganaderías de Hato Blanco, Campos Peña, Escobar, Peralta, Pérez de la Concha, y personajes de la talla de Paco Ojeda, Diego Ventura, así como un amplío estudio dedicado a Morante y a su Puebla del Río.
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