FALLAS.
La devoción que sienten los valencianos por su paisano Vicente Ruiz "El Soro" se refleja en la buena entrada que registró la plaza. Y es que ningún torero de esta tierra se ha identificado mejor con el alma valenciana. No importa que ahora, a los 30 años de su alternativa y en condiciones físicas impropias para ejercer la profesión de matador de toros con cierta destreza y facilidad, El Soro sea apenas un juguete roto.
No, no importa, han ido a verle. Sin embargo han visto deambular una sombra, un fantasma del pasado. Su incapacidad con los dos serios toros de su amigo Pedro Gutiérrez y su actitud arrojando la toalla casi sin pudor, parecen suficiente para decir que es el punto final. El Soro debe reflexionar y no triturar su trayectoria con este esperpento de ahora
El contraste de quien ya no puede con quien llega en plenitud de fuerza y ambición lo puso Román. Este muchacho que nos ilusionó en su debut con picadores aquí mismo en Valencia, había entrado, sin embargo, con el pie izquierdo en el escalafón de matadores de toros. Pero ayer vinos otro torero, un profesional serio y que superó con facilidad la mansedumbre de su lote. Dos faenas en las que no escatimó un solo esfuerzo, buscándole las vueltas a los mansos, trazando los muletazos con firmeza y sin necesidad de recurrir a la fácil demagogia. Es una buena noticia para un chico que llegará a Madrid con argumentos.
Otro valenciano, Jesús Duque se esforzó con un primer toro rajado, que nunca humilló y siempre buscaba la huída. El quinto, no menos manso, se apagó. En ambos el torero se pasó de tiempo en una labor tan larga como estéril, entre muletazos y más muletazos que la gente recibió como un signo de entrega. Se lo agradecieron.
Plaza de Valencia. Sexta corrida. Media entrada larga. Toros de Gutiérrez Lorenzo (4), muy bien presentados pero mansos, aunque con movilidad. El Soro(0), de azul marino y oro. Bajonazo (pitos). Dos pinchazos y estocada corta (silencio). Jesús Duque (5), de tabaco y oro. Pinchazo, estocada corta y descabello (saludos).Pinchazo y estocada caída. Un aviso (silencio). Román (6), de grana y oro. Estocada y dos descabellos (vuelta). Estocada y descabello. Un aviso (una oreja)
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