Álvaro Lorenzo nunca olvidará a Viscoso, el toro que lo ha encumbrado en Madrid y al que le ha cortado las dos orejas. Ese toro, como se decía antes, era de cortijo y no sabemos si Álvaro se podrá comprar un cortijo el día de mañana gracias a ese toro excepcional, pero de momento ha dado un aldabonazo en la primera plaza del mundo un Domingo de Resurrección.
Lorenzo es de esos toreros de la factoría Lozano de muy buen manejo de la muleta, aunque su carrera ha dado tumbos desde que tomó la alternativa en Nimes hace dos años. Hace poco, en Valencia, anduvo muy despistado y nada hacía pensar que unos días después armaría un lío en Madrid. Pero así es el toreo y mira por donde se encontró a Viscoso, ¡en Madrid!, nada menos.
Ese toro demandaba una muleta tersa, especialmente por el pitón izquierdo. El chico de Toledo así lo entendió y supo estar a la altura en series ligadísimas, muy rematadas y en las que transmitió a los tendidos el aroma del toreo elaborado con gusto y sin estridencias. Tuvo la picardía oportuna para alargar la faena en una última tanda de naturales que remató con trincheras del gusto de Madrid y unos muletazos por bajo hondísimos. La estocada desprendida fue suficiente para cortar dos orejas que no seré yo quien le niegue su autenticidad, todo lo contrario de la orejita excesiva que cortó al buen tercer toro por una faena entreverada y caótica rematada con espadazo en los bajos.
A Viscoso le dieron la vuelta al ruedo. En otras plazas lo indultan. Prefiero los honores de la vuelta al ruedo que el exceso de los indultos tan de moda en estos tiempos. Y no fue de vuelta al ruedo el primero de la tarde pero si un toro para hacer algo más que el toreo fuera de cacho, retorcido y ventajista de David Mora.
El cuarto fue un manso de catálogo pero Mora lo entendió en la querencia y tapándole la salida cuajó alguna tanda templadísima por el pitón derecho y naturales muy largos, aunque breves. Una vuelta al ruedo para compensar la oreja denegada por el palco, con buen criterio.
No fue un buen lote el de Daniel Luque pero el torero quiso pegar pases en vez de torear con recursos y en eso se entretuvo en dos faenas espesas y sin historia.
Madrid. Domingo, 1 de abril de 2018. Toros de El Torero. El sexto, número 65, de nombre Viscoso, negro listón bragado meano, de 579 kilos, premiado con la vuelta al ruedo. David Mora, palmas tras aviso y vuelta al ruedo tras petición; Daniel Luque, silencio y silencio; Álvaro Lorenzo, oreja y dos orejas. Entrada: Un tercio de plaza. Saludó tras parear al primero Ángel Otero. Tanto Francisco Javier Sánchez, por sus buenos puyazos, como Sergio Aguilar, por su gran lidia, fueron ovacionados en el sexto.
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