Un arrebato de vergüenza torera, de impotencia ante el triunfo
perdido, de desolación, es lo que marco el cierre de la corrida del viernes en Valencia.
El torero Varea se ha cortado la coleta ante la
mirada atónita de las cuadrillas, compañeros y aficionados.
El torero tomó una decisión que todavía no se sabe si será
definitiva, aunque todo parece indicar que sí.El presidente de
la peña que lleva su nombre fue el encargado de cortar el apéndice
torero.
Una presión extra la que traía como compañera de
viaje hoy Varea, que estaba obligado al triunfo. Una situación muy difícil
la que atraviesan muchos toreros, que ante la falta de contratos y
oportunidades, tienen que intentar cambiar su situación en una corrida.
Ante un escalafón tan cerrado entre los 20 primeros, los toreros jóvenes
apenas tienen oportunidades.
Una muestra más de que el sistema de hoy
en día en la tauromaquia es insostenible, y devora carreras de toreros
constantemente.
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