García Márquez y la
Huelva taurina
Vicente
Parra Roldán
El fallecimiento del escritor colombiano, Premio
Nobel de Literatura de 1.982, Gabriel García Márquez ha hecho que se le
dediquen muchos recuerdos.
Y el mundo taurino no podía estar ausente de esos
recuerdos y, de ahí, que se refieran a la vinculación que tuvo Gabo con el
planeta taurino.
El escritor colombiano cultivó muchísimas amistades
y, lógicamente, algunas eran taurinas. Como le sucedió con el matador de toros
onubense Antonio Borrero Morano “Chamaco”, .Durante una época el escritor residió en Barcelona y allí se impregno del mito chamaquista de los aficionados catalanes que le presentaron al genial diestro con quien pronto congenio y mantuvieron una estrecha relación hasta tal punto que, en algunas ocasiones, se visitaban mutuamente.
Una de esas visitas se produjo el 12 de octubre de
1.984, fecha en la que Chamaco reapareció para actuar en un festival benéfico
que se celebró en la recién remozada Plaza de toros de La Merced.
Y García
Márquez no quiso perderse la actuación de su amigo y, por ello, ocupó una
localidad, pasando totalmente desapercibido hasta que Antonio Borrero le hizo
objeto del brindis, enviándole su sombrero cordobés entre los aplausos del
público que, entonces, reconoció al escritor colombiano.
Aquella tarde también
estuvo presente, ocupando un lugar destacado como le correspondía, el entonces
presidente de la Junta de Andalucía, José Rodríguez de la Borbolla .
Chamaco cumplió con el brindis y realizó una
extraordinaria faena que fue premiada con las dos orejas del novillo de
Jandilla que le cupo en suerte.
Y, tras el festejo, celebró el triunfo con una
fiesta en la que el protagonista principal fue el autor de “Cien años de
soledad” quien agradeció a su amigo Antonio Borrero no solo el brindis sino la
emoción que le había producido la bella y valiente faena realizada por el
onubense.
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