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miércoles, 7 de junio de 2017

UN CANTO A LA CASTA

 UN CORRIDON pesar de la exagerada vuelta al ruedo al quinto 
Para ridículo del taurinismo, desmontando otra vez sus interesadas teorías sobre el peso, volumen y edad del toro "ideal", ayer salió un corridón deRehuelga con un promedio de 578 kilos, todos cinqueños y dieron un espectáculo por su movilidad, pelea en varas y algunos por su juego soberano en la muleta. El cuento del toro que embiste o sea ligero de kilos, utrero adelantado y descolgado de carnes vuelve a quedar hecho trizas en Madrid.
Si el otro día fue la corrida de Garcigrande, ayer los santacolomas de Rafael Buendía vuelven a demostrar que cuando hay casta detrás el peso y la edad no determinan el juego del toro. No fue la de Rehuelga la corrida perfecta, ni mucho menos, y hasta la vuelta al ruedo al quinto resultó una exageración triunfalista de la presidencia, pero la corrida dejó una huella de casta y en algún caso de bravura que merece un notable.
La corrida ha sido un canto a la casta. Una casta que Alberto Aguilar soportó por partida doble con el lote de la tarde. Le costó un mundo su primero y tardó en encontrar el temple y la distancia en el quinto, entendiendo que debía ligar dejando el engaño en la cara del toro para embarcar la embestida sin solución de continuidad y cuajar naturales y redondos muy serios en su concepción. Un feo espadazo afeó el conjunto.
Pérez Mota tuvo en el sexto el toro soñado en Madrid. Con generosidad abrió, de una vez, por naturales, capeando el torrente de embestidas. Por el pitón derecho alcanzó sus mejores momentos ante un toro que pedía mucho más. Le faltó continuidad y se notó lo poco que torea.
 Fernando Robleño, sin dejar de insistir en su lote, estuvo espeso y por debajo del cuarto. Al finalizar la corrida fue obligado a saludar el mayoral de la ganadería.
Madrid, miércoles 7 de junio de 2017. Feria de San Isidro. Cinco toros de Rehuelga y un remiendo de San Martín (1º). Bien presentados, desiguales de hechuras, hondos y serios. Hubo tres toros de alta nota: 3º, 5º y sobre todo el 6º, el que más humilló y más fondo tuvo. Se le dio la vuelta al ruedo al noble 5º, de nombre "Liebre", nº 20, cárdeno bragado meano corrido, de 647 kilos y nacido en 11/11, que fue bravo en el caballo y noble y pronto en la muleta, pero sin terminar de humillar. Hubo ovación en el arrastre para el encastado y exigente 3º. Y también fue ovacionado el bravo 6º, animal con clase y entrega, muy completo, para el que se pidió también la vuelta al ruedo. Fernando Robleño, silencio y silencio tras aviso; Alberto Aguilar, silencio y ovación con saludos tras petición; y Pérez Mota, pitos en ambos. Entrada: Media plaza larga. El mayoral de la ganadería fue obligado a saludar desde el tercio al término del festejo. Saludó tras banderillear al 3º Juan Contreras.

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