Un merecido homenaje póstumo para uno de los pilares de la evolución del toreo, el llamado eslabón perdido que instauro unas formas de lidiar en terrenos de cercanías con un inusual temple con su enorme personalidad y capacidad para hacer frente y dominar todas las suertes con las ganaderías más duras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario