Buscar este blog

lunes, 31 de mayo de 2021

ENTONCES SÍ QUE SE DETUVO EL TIEMPO

 (Carta abierta a la memoria de Curro Puya)

Por Santi Ortiz

Y te hundiste por el camino curvo que asciende hacia la muerte, con la misma desgana, con el mismo sosiego, con la misma doliente geometría que trazaba tu percal de seda. Esta vez no pudiste burlar las astas del destino con ese misterio de noche amanecida donde el yunque de tus sentimientos fraguaba silencioso tu verónica.

Verónica gitana. Martinete. Sin apoyo de arpegios ni guitarras. A solas con el toro de los sueños, de la pena, del miedo, de la caligrafía ancestral de todo un pueblo que sabe hacer del llanto una memoria y del recuerdo un canto a la belleza. Así te entretenías con siguiriyas que entonaban su quejío en tus muñecas para poblar de asombros los ruedos.

viernes, 28 de mayo de 2021

CASTELLÓN ...de cine..

La Feria de Castellón, que se celebrará del 24 al 29 de junio en el coso de la capital de la Plana, ya tiene casi cerradas las combinaciones. Dos duelos conformarán el ciclo: uno entre José María Manzanares y Andrés Roca Rey con toros de distintos hierros y otro entre Daniel Luque y Emilio de Justo con toros de Adolfo Martín. Además, una corrida de Miura da más carácter torista aún al serial levantino. 

En el serial están presentes otros nombres como El Juli (todo un signo en Castellón, plaza a la que regresó en 2019 y en la que ha tenido triunfos relevantes en su carrera), Morante y Pablo Aguado; Enrique Ponce y El Fandi en un mismo cartel que completa Paco Ureña.


 

Comienza la Liga Nacional de Novilladas

 


Este sábado, 29 de mayo, comienza la Liga Nacional de Novilladas con los festejos programados en Valdilecha (Comunidad de Madrid) y en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), pertenecientes al Circuito de Novilladas de Madrid y Andalucía, respectivamente. El próximo 5 de junio será el turno del Circuito de Novilladas de Castilla y León, con el festejo anunciado en Herrera de Pisuerga (Palencia).

jueves, 27 de mayo de 2021

RAZA 27/05/2021 - 2ª TEMPORADA

La ganadería de José Luis Pereda y la Dehesilla en el segundo bloque de su emisión. La gran faena de Andrés Roca Rey el día de su reaparición en Córdoba a un toro de Cuvillo a que le cortó una oreja, y el museo taurino, así como el busto de Diodoro Canoera, de José Luis del Serranito en su establecimiento del Arenal, contenidos de la semana
 

CON DADOS DE NIEBLA

  


Una Corrida de Toros mixta  se celebrará este sábado en la Plaza de Toros Monumental del Condado de Niebla (Huelva).El Ayto. local esta por la labor últimamente de revitalizar su coso y aunque nuevamente  no se celebraran las tradicionales capeas  debido a la pandemia, tiene a bien abrir la temporada provincial onubense con todas las medidas de seguridad pertinentes para tranquilidad de todos los aficionados que se acudan a la bella localidad .

La joven empresa Bullstar Espectáculos comandada por Juan Antonio Medina apostó por organizarla  con  un formato atractivo,  con tres integrantes  que quieren reivindicarse .Tres artistas que se merecen estar en el circuito de cara al futuro , por su preparación y su ilusionado ahínco seguro que no desaprovecharan esta bonita oportunidad. Esperemos que los dados de la suerte les sean propicios y triunfen como se merecen.

El rejoneador Andrés Romero y los matadores de toros Javier y Borja Jiménez se enfrentarán a seis toros de la ganadería de Torrehandilla - Soberbina , procedencia Jandilla , que pasta en el término municipal de Sanlúcar la Mayor (Sevilla) . La corrida está conformada por cinco toros cinqueños y dos cuatreños y destaca por su imponente trapío y seriedad para una plaza de tercera categoría como la de Niebla.

El festejo será televisado por Canal Sur a partir de las 18 horas.


miércoles, 26 de mayo de 2021

LA ÚLTIMA CORRIDA DE MANOLETE EN CÓRDOBA

 Por Santi Ortiz


Tal día como hoy –26 de mayo– de 1944, hacía Manolete el último paseíllo de luces en el vetusto coso de Los Tejares. Córdoba en feria. Cal de estreno en fachadas y corrales. Jardines verticales en los patios. Policromía en el paisaje de cuidadas macetas. Arte. Sabor. Dedicación y esmero. Clava el sol rejones de castigo desde la verticalidad del mediodía. La genética árabe se asoma complacida hermoseando con brillos de misterio los ojos de la mujer cordobesa. Animación por San Miguel y Santa Marina, dos barrios muy toreros. Se paladea el fino de Montilla-Moriles escanciado hasta el borde del catavino en los típicos medios cordobeses. Y se charla de toros. De la corrida del día anterior. De la temporada que lleva Manolete. De cómo se hizo con el manso y huido “Negociante”, remiendo de Montalvo en la pasada Feria de Sevilla, la tarde que lo sacaron en hombros, toreando con El Estudiante y Pepe Luis. De cómo en el toro anterior había convencido al público sevillano, que lo había recibido de uñas por no anunciarse en la corrida de Miura.

martes, 25 de mayo de 2021

PREMIERE ARLES 2021



Gracias a la autorización del Gobierno francés, Arles será la primera plaza de toros francesa en organizar una corrida de toros esta temporada. Será el próximo 6 de junio enmarcada dentro de una gran jornada taurina en la que habrá doble sesión: por la mañana una novillada sin caballos con la presentación de luces de la salmantina Raquel Martín y por la tarde la alternativa de El Rafi, que estoqueará una corrida de Pedraza de Yeltes con Daniel Luque, de padrino, y Adrién Salenc, de testigo.

La autorización permitirá a la empresa del Coliseo que comanda Juan Bautista dar el pistoleazo de salida a la temporada en Francia tras meses de confinamiento y medidas muy restrictivas para la ciudadanía.


 

REVIVAL de seda

DIEGO URDIALES

RAFAEL DE PAULA



 

sábado, 22 de mayo de 2021

FERIA DE SAN ISIDRO. VISTALEGRE

 

La espectacularidad de la casta

ANTONIO LORCA -https://elpais.com/cultura

Cuando el toro recupera el protagonismo que el taurinismo le ha hurtado, la fiesta adquiere otra dimensión. Cuando se imponen el trapío, la casta, la fiereza y el poder del toro, hay que mantener avisados los cinco sentidos y a los toreros se les cambia el semblante. El público acudió a la plaza al reclamo de un cartel de campanillas de figuras de postín, y resultó que los triunfadores fueron unos animales de negro, desconocidos a pesar de sus nombres rimbombantes, que ya duermen el sueño de los justos después de una tarde de gloria para su familia y criadores.

Los seis lucieron un muy respetable trapío y una seria y astifina encornadura; los seis mantuvieron una discreta pelea en varas porque ya se sabe que ese tercio está en horas muy bajas, acudieron con prontitud en banderillas, e hicieron sudar tinta china a sus lidiadores en la muleta. Y todo, porque les hervía la casta en las entrañas, acudían a la muleta con intención de comérsela, repetían una y otra vez, miraban los muslos cercanos y plantearon dificultades. Porque el toro encastado no es bobo; el toro encastado no se deja, hay que dominarlo, y esa no es una empresa cómoda. En fin, gloria eterna para los toros que hacen grande esta fiesta, y, que aunque salieron arrastrados por las mulillas, merecieron el honor de la puerta grande.No es fácil triunfar en situaciones así. Hay que ser muy buen torero, muy inteligente, estar muy presto, la cabeza fría, preso de inspiración, y con las ideas muy claras para buscar las cosquillas y dominar a un toro de esta guisa.

TENDIDO CERO TVE2

 Tendido Cero se ocupará de los festejos celebrados en la plaza de Vistalegre
desde el sábado hasta el miércoles, con los triunfos de Roca Rey, y Daniel Luque. Y los graves percances de
Pablo Aguado, el banderillero Juan José Domínguez, y el novillero Manuel Perera, quien hizo sus primeras declaraciones a este programa, tras subir a planta.


Además, ofrecerá un completo resumen de lo sucedido en la feria de
Córdoba, que ha tenido una excelente respuesta de público, y un muestrario de detalles en el ruedo. Prestará atención a las actividades paralelas organizadas en torno a este ciclo, que han favorecido el ambiente taurino en la ciudad. Y dedicará un amplio y elaborado reportaje a Finito de Córdoba
, que cumplía 30 años de alternativa.

viernes, 21 de mayo de 2021

RAZA

La bonita Historia de 'Espartero', los nuevos sementales de la casa y el toro de Pedrajas como base de Futuro. La gran actuación de Manzanares en el Puerto de Santa María durante su temporada de verano de 2014, y el acrotalamiento de los becerros de Domínguez Camacho, contenidos de la semana.

Esta semana RAZA se vuelve a trasladar hasta tierras de Gerena, allí tenemos una cita con Fabrice Torrito, mayoral de la ganadería del Exmo. Sr. Marqués de Albaserrada. En la finca Mirandilla tendremos la oportunidad de hablar con un hombre enamorado del toro de Pedrajas. En esta ocasión el reportaje está dirigido a las vacas y sementales de la divisa sevillana. Conoceremos la historia de dos sementales claves en la casa, así como las sorpresas que da el campo día a día. Un reportaje que nos llevará la otra cara de una ganadería de bravo, conoceremos las historias que esconde esta casa. Las bases de un hierro mítico se esconden en sus cercados, vacas y sementales que le dan fuste a una divisa con sello y personalidad propia.

Tras salir de Gerena nos iremos hacia la localidad onubense de Cumbres Mayores. En el límite con Badajoz se encuentra la finca Los LLanos, allí pastan los animales entroncados en la sangre Marqués de Domecq. Junto a su ganadero, conoceremos a los becerros de la casa, machos y hembras en los que se basa el futuro de una divisa con un gran porvenir. Allí veremos como se acrotalan los animales, en esta ocasión será con cerbatana debido a la orografía del terreno. Vive junto a RAZA una faena de campo de gran importancia, los primeros días de un animal bravo y su posterior DNI. La tarea requiere de una enorme destreza, que debe ir acompañada de agilidad y rapidez.

Por último, como cada semana, nos iremos del campo a la plaza. En esta ocasión el protagonista será el matador de toros alicantino José María Manzanares. Fue en la Plaza Real del Puerto de Santa María durante la temporada de verano de 2014. Una faena al sexto de la tarde con el hierro de Zalduendo al que le cortó las dos orejas tras petición de rabo. Una tarde de gran triunfo para Manzanares en una de sus plazas talismán.

 

NOVILLADAS CON FUTURO

 1º Convenio Extraestatutario de las Ferias de Novilladas contando en el acto con la presencia de miembros de Asprot y miembros de la junta directiva del Foro de Defensa de las novilladas.

Dicho de acuerdo afecta a los festejos que se celebren en las plazas de toros de 3ª y 4ª categoría es decir a las novilladas con y sin caballos que celebren los miembros del Foro de Promoción Debate y Defensa de las Novilladas.

Entre los principales puntos a destacar en este acuerdo se pueden señalar:

1.- Posición de relevancia del novillero: Dar la categoría que le corresponde pasando a cobrar la parte más importante de los honorarios, hasta la fecha marginado completamente dentro del Convenio Colectivo Taurino nacional.

2.- Además, en las novilladas que se cuente con la presencia de la televisión los novilleros pasarán a cobrar un % de los derechos de imagen.

3.- Descuelgue del 35% de los honorarios por parte de los profesionales taurinos.

4.- Reducción de la base de cotización del festejo, lo que implica la reducción proporcional de la cuota a pagar a la Seguridad Social.

5.- Instauración de nuevo modelo de pago de honorarios: 5 días antes de la celebración del festejo o a las 12 de la mañana del día del festejo, sin excepción.

6.- Creación del SELLO DE CALIDAD del Foro de Defensa de las Novilladas:  Con el objetivo de velar por el real y autentico cumplimiento de la integridad de las novilladas. Desde el cumplimiento de las obligaciones económicas como la calidad del festejo.

7.- Transparencia total en la gestión y organización de las novilladas: Persecución del fraude y la falta de seriedad en las novilladas con y sin caballos en plazas de 3ª y 4ª categoría.

8.- Reactivación del sector de las novilladas en las plazas de 3ª y 4ª categoría.

9.- Visibilización de las Ferias de Novilladas con y sin caballos afianzando un modelo fundamentado en la tradición y la cultura de las localidades que organizan novilladas desde hace más de ochenta años.

10.- Instauración de un modelo sostenible económicamente y permanente de las novilladas con caballos y sin caballos.

11.- Consolidar la afición a las novilladas en los pueblos con arraigada tradición taurina.

En el acto de la firma del convenio el presidente del Foro de Defensa de las Novilladas, Jesús Hijosa señaló que “este acuerdo responde a una demanda que llevamos planteando desde hace años ya que se hace inasumible la celebración de novilladas en plazas de tercera y cuarta categoría en las condiciones actuales que demanda el Convenio Nacional taurino”

Por otro lado Luis Miguel Calvo presidente de la Asociación de profesionales taurinos ASPROT ha señalado “la importancia de las novilladas y de los pueblos miembros del Foro para el futuro del toreo y es ahora el momento de darle su apoyo”.


jueves, 20 de mayo de 2021

NUEVA GERENCIA EN LA MERCED

 

Plaza de Toros de Huelva - Comunicado 

 

La Plaza de Toros de Huelva será dirigida a partir de ahora por José Luis Pereda López, hijo del veterano empresario del mismo nombre que fuera impulsor del coso de La Merced y de su feria taurina desde su reinauguración en 1984.

El nuevo responsable, forjado taurinamente en la ganadería familiar, se adentra en el ámbito empresarial con la intención de dar continuidad a la ilusión que llevó a su padre a rehabilitar el coso de La Merced y crear una de las ferias más consolidadas de España. 

José Luis Pereda emprende esta nueva andadura en solitario y con un primer objetivo: ofrecer a Huelva una feria del máximo nivel. Para ello, ya comenzó a trabajar el pasado fin de semana en Córdoba, donde realizó los primeros contactos con apoderados y toreros para la confección de los carteles de las Colombinas 2021

El nuevo empresario de Huelva se pone al servicio del aficionado, al que pretende dedicar sus esfuerzos en esta nueva andadura profesional para ofrecer a Huelva lo mejor del panorama taurino actual.

La Feria de Colombinas constará este año de tres festejos: dos corridas de toros y un festejo de rejones, y se celebrará los días 31 de julio, 1 y 3 de agosto.

REPASO A VISTALEGRE

 Por Santi Ortiz


Cruzado el ecuador de los festejos de a pie en el San Isidro de Vistalegre, creo oportuno destacar sobre el telón de fondo de la feria, los nombres que, hasta ahora, han encandilado con luz propia dentro de un ciclo dominado por el trapío del toro cinqueño, la desigualdad de criterio en el palco de la presidencia –parecía que estábamos en Las Ventas–, la cruz siempre siniestra de la sangre derramada y la deplorable imagen de unos tendidos vacíos la inmensa mayoría de las tardes a causa, supongo, de los elevados precios de las localidades. En esto, Vistalegre y Las Ventas siguen sendas opuestas.

domingo, 16 de mayo de 2021

EL ESPARTERO EN SEIS HITOS (y 6)

 Por Santi Ortiz

DE COGIDAS Y MUERTE

Viendo cómo un banderillero suyo pasaba fatigas para meterle los brazos a un toro, El Espartero se dirigió a él sugiriéndole la forma de ejecutar la suerte.

Pero, si hago lo que me mandas –respondió el banderillero– es seguro que me coge el toro.

Y eso, ¿qué importa? –contestó El Espartero como si tal cosa.

La respuesta no sólo es admirable, sino que sintetiza toda una filosofía de la lidia: la que El Espartero llevó a cabo desde que comenzó a vestirse de luces. En esas palabras se encierra su heroico modo de concebir el toreo. En ellas descansa su alma aventurera, el bronce sublime de sus sueños, el jugador de la ruleta rusa poniendo la vida en la balanza, pero no por un estéril afán de desafío al destino, sino para robarles a los dioses el secreto de la tauromaquia. Ante la satisfacción de lograr lo deseado, qué importa el daño, qué importa el dolor, qué importa la angustia, qué importa el martirio, qué importa morir. Dicho por otro, nos haría pensar en lo fácil que es echar a los leones al prójimo; pero con El Espartero eso no cabía. Más de ochenta caricias de los toros tatuando su cuerpo avalaban la veracidad de sus palabras, sin dejar lugar a dudas de la cantidad de veces que arrojó la moneda al albur de la suerte o la muerte, mientras tal vez pensara para sí, ¡qué importa!

Desde los orígenes del toreo a pie hasta su figura no hubo otro torero al que los toros castigaran tanto, aunque más tarde sería superado por el mexicano Luis Freg. El Espartero fue cogido con el capote, con la muleta, 27 veces al entrar a matar y en 7 ocasiones cuando preparaba la suerte que, entonces, con toda propiedad podía calificarse de suprema. Tuvo heridas de todos los tamaños y diagnósticos, pero lo más impresionante de este afrontar la cara amarga de la Fiesta es que abandonaba el lecho del dolor más animoso que antes. Volvía a caer y tornaba a levantarse, sin jamás volver la cara, sin manifestar la mínima muestra de inseguridad o miedo. Era como si las cornadas se las pegaran a otro, como si no le hicieran mella alguna. Después de sufrirlas, volvía a la cara del toro tan confiado como siempre. Sin ser un insensible, lo parecía. Sufriendo, como no tenía más remedio, no lo manifestaba. Con las carnes abiertas y los vendajes puestos, volvía a enfundarse el vestido de luces sin reserva alguna. Era un caso único, que, en este aspecto, sólo ha conocido un parangón: José Tomás; otro al que los toros pegaron fuerte y flojo y regresó de cada percance con la misma frescura, la misma quietud, la misma entrega y la misma firmeza, que antes de padecerlo.

sábado, 15 de mayo de 2021

Entre el almíbar y el acíbar, Morante

 

 Antes de que los toreros hicieran el paseíllo, estaba la Plaza llena de Morante. ¿Qué tendrá este torero que tanto subyuga, que tanta premonición despierta? “A ver si quiere Dios que le embista uno”, se podía oír por los alrededores de Vistalegre poco antes de la siete de la tarde. No hacía falta aclarar que  el destinatario de la invocación divina era el mozo de la Puebla. Morante por aquí, Morante por allá. Todo giraba en torno suyo. Los morantistas –nunca abjuraré de mi voluntaria militancia—sabemos que a José Antonio, el de la Puebla, hay que saber verle, que no es facil. Estudiar su semblante, bucear en sus gestos,  advertir sus flaquezas. Comprender que su exclusiva forma de practicar el arte del toreo –su “entendimiento” de tan sublime cuestión-- está supeditada a las condiciones de un ser irracional, lo cual da idea de lo improbable que resulta dar con la  tecla de tan abstruso acertijo. 

FERIA DEL CORPUS


 

viernes, 14 de mayo de 2021

TENDIDO CERO


 Tendido Cero ofrecerá un resumen de los festejos celebrados en la plaza de La Cubierta, de Leganés, con el triunfo de Ginés Marín, Juan Ortega, y Emilio de Justo, que sufrió un aparatoso percance. Así como de la corrida que inauguró la feria de San Isidro, en Vistalegre.

Visitará el campo bravo madrileño para ser testigo de la pasión de un joven ganadero, Julián Revelles, que intenta adaptarse a los difíciles tiempos que corren.

Mostrará el testimonio de una joven abogada valenciana que se declaraba antitaurina, y sin embargo, ahora, invita al conocimiento de la Tauromaquia desde la tolerancia y el respeto.


Y, en el 30 aniversario de un hito histórico, recordará con el torero colombiano César Rincón, sus cuatro salidas a hombros por la Puerta Grande de Las Ventas, en una temporada.

jueves, 13 de mayo de 2021

Patrón de los toreros.

 


Hoy se celebra la festividad de San Pedro Regalado. Patrón de Valladolid y patrón de los toreros.

Nacido en 1390, fue canonizado en 1746 por Benedicto XIV. A él se le atribuyen varios milagros, con varios episodios de bilocación y sobre todo el milagro con un toro bravo ⤵️
Cuenta la historia que una madrugada, en la festividad de la Anunciación de la Virgen María, se desplazaba junto a otro religioso desde el convento del Abrojo, en Laguna de Duero, a Valladolid.
✋🐂Un toro bravo, que se había escapado de una corrida, se apareció delante de ellos. Pedro se acercó al toro y le ordenó que se agachase. Y el animal se sometió a él. Regalado le quitó los hierros, le bendijo y le mandó partir sin hacer daño a nadie.
Esto derivó en una tradición ancestral donde los toreros iban a su Monasterio para bendecir sus capotes. En 1951 fue nombrado como patrón de los toreros.
Precisamente, cada año, la ASOCIACION TAURINA VIRGEN DEL VILLAR de Laguna de Duero, donde vivió San Pedro Regalado, celebra cada año el "Toro de Cajón" para celebrar esta festividad

El Viti, sesenta años de leyenda

 

Por Paco Cañamero

El trece de mayo de 1961, del que el jueves hará 60 años, no fue un día más. No, fue realmente una fecha que ha quedado escrita en los legajos de oro de la Tauromaquia, porque ese día Santiago Martín ‘El Viti’ toma la alternativa. 

El maestro de Vitigudino, que ese día aupa su nombre al Olimpo del toreo tras rubricar una de las cimas de su carrera. Llegaba ya Santiago de novillero estrella tras rendir Madrid a su arte la anterior campaña y acaparar máximo interés en las mejores novilladas celebradas en 1960.

En el momento que recibe la alternativa de manos De Gregorio Sánchez

martes, 11 de mayo de 2021

EL ESPARTERO EN SEIS HITOS (5)

 Por Santi Ortiz

FIGURA INDISCUTIBLE


Bajo un cielo de betún, con el azul refugiado en el dorado traje de El Espartero, dio comienzo aquel mano a mano con Mazzantini en Madrid. Marcaba el calendario el 7 de junio de 1891, el año más notable y glorioso del diestro de la Alfalfa. Estando ya en la arena el segundo –“Velonero”, negro bragado, girón, con mucha cabeza, numerado con el 8 y del hierro del presbítero don Agustín Solís; bravo y certero al herir, pues en siete varas mató cinco caballos–, dio el elíseo en jarrear y aquello fue el diluvio. ¿Qué hizo Maoliyo? Pues irse al toro con la decisión suya característica y, según el Barquero, en El Heraldo de Madrid, dar “cuatro pases y una estocada hasta el pomo, un sí es no es descolgada. (Pocas palmas, por tener todo el mundo las manos ocupadas con los paraguas)”; mientras que Aficiones, en El Imparcial, rima de su faena: “Eso es pasar de muleta/ pero no lo que hacen otros/ que van a pasar y siempre/ el que los pasa es el toro.” Valora la estocada como superior y consigna la ovación y la vuelta al ruedo que en su crónica le negó el Barquero.

Tras la muerte del tercero, hubo concilio en el palco de la presidencia entre el usía y los toreros, resuelto –tras un inútil receso de diez minutos por si escampaba– con la “fumata” blanca que daba suelta al cuarto (y último, pues, tras su lidia, se suspendió la corrida). Cuando salió éste –“Grajito”, número 20, retinto albardado, cornidelantero, fino y con romana– el ruedo estaba entre lago y estero en pleamar: hasta hubo quien creyó ver en él lenguados nadando. Con el agua por los tobillos, Espartero se descalzó de sus zapatillas y, según Paco Media Luna, en El Toreo, “pasó de muleta, como si el piso estuviera en perfecto estado]…[ y entró a matar con una valentía y arte que nunca hemos visto en este matador”, para apostillar: “Creemos que el toro cuarto de la corrida de ayer, es el mejor estoqueado por Espartero en toda su vida torera.” Por su parte, el Barquero decía: “Espartero se descalzó y con poca tela entró a matar, dejando la mejor estocada de la era presente. (Palmas, cigarros y ¡sombreros!)”. En cuanto a Aficiones, seguía rimando: “Después de varios pases,/ el espada o el buzo/ da un volapié y resurge/ del piélago profundo./ Redondo cae el toro/ y en medio del diluvio/ al Espartero aclaman/ por Churruca II.” Para continuar ya en prosa: “Llovía a cántaros… ¡y hasta los paraguas le tiraron!, sin que el agua apagara la fuerza del entusiasmo de que estaba poseído todo el público. Los héroes que resistían en barrera le arrojaron cigarros en abundancia. En los palcos se agitaban pañuelos. Hubo vivas a Sevilla.” Es posible que ésta fuera la hazaña más admirable, el triunfo más apoteósico, de El Espartero en Madrid. De lo que no hay duda, es que lo realizado esa tarde infernal por Maoliyo García dejó huella indeleble en los aficionados que tuvieron la suerte de verlo.

El Espartero, como también le ha ocurrido a Manuel Benítez, El Cordobés, fue un torero maltratado por los historiadores; de ahí que uno de los motivos de estos escritos míos sea reivindicar al torero como lo que fue: una figura indiscutible del toreo. Espero aportar argumentos convincentes sobre ello.


Las figuras son siempre una creación de multitudes, no el invento de unos pocos. Y se revelan como necesarias para lograr la comunión entre los partidarios e incluso entre los aficionados en general al aportarles una perspectiva singular: la suya. Más aún si se presentan como un enigma indescifrable para las reglas vigentes, como le ocurría a El Espartero: un torero heterodoxo, capaz de romper la cárcel de la lógica para revestir las suertes de un nuevo significado, más asequible a la intuición del pueblo que al docto conocimiento de los padres de la crítica. De esta forma, Manuel conseguía despertar sentimientos dormidos; semillas germinadas de emociones recónditas, nebulosas e indefinibles, latentes en ese tronco común del subconsciente que hace posible la comunicabilidad del arte, incluso por encima del tiempo. Torero de la noche, en formación y en concepto, encarnó a la perfección eso de que el artista cuanto más oscuro, más divino. Porque, aunque la conmoción empezara en Sevilla, paulatinamente se fue propagando por los cuatro puntos cardinales de nuestra Península hasta invadirlo todo. El Espartero calaba hondo en la masa, y esparteristas confesos y enamorados del valor, la honradez y el toreo de Maoliyo proliferaban por doquier, defendiendo a capa y espada las excelencias de su torero. Sirva de ejemplo el suceso de Tarragona: a tal extremo llegó el entusiasmo despertado en aquella plaza –19 de agosto de 1887– por su faena al toro “Provincial”, de Ripamilán, que tomó 20 varas y mató 9 caballos, que los esparteristas parroquianos del café de Paris, sito en dicha localidad, colocaron la noche de la corrida en una pared del establecimiento un gran cuadro con el retrato de El Espartero, sobre cuya montera aparecía una corona real. Hecho esto, manifestaban a toda persona que entrara en el café el deber taurino de descubrirse ante la foto del rey de los toreros, obteniendo los que accedían a ello, una salva de aplausos de la concurrencia.

No, El Espartero no fue un “invento” de Sevilla, sino una realidad que, incorporándose en un tiempo récord a la primera fila del toreo, donde figuraban Lagartijo, Frascuelo, Fernando el Gallo, Cara-ancha y otros diestros relevantes de largo aprendizaje y vida torera, conquistó España entera y Portugal. Es cierto que su heterodoxia le asignaba un papel disidente ante el toreo vigente que le acarreaba enconados detractores, pero Manuel era un torero del pueblo, que se hacía querer por su modestia, su simpatía, su inmenso valor y su peculiar forma de darse por entero ante los toros; incluso en Madrid, pese a tener, además de la prensa adversa, un bastión de feroz hostilidad; mas, ¿cómo podría explicarse de otra forma la multitud que, después de muerto, hizo cola ansiosa de ver y despedir a su torero favorito, y la que se agolpó en el trayecto que había de recorrer la comitiva desde la calle de la Gorguera –donde se instaló la capilla ardiente– a la estación de Atocha en el traslado de sus restos mortales para que iniciaran el viaje a Sevilla?

La memoria de El Espartero ha sido víctima de dos grandes prejuicios que han empequeñecido su dimensión histórica. El primero considera la competencia entre Espartero y Guerrita como fruto de un delirio irracional de los sevillanos, que se la inventaron pretendiendo enfrentar a su torero con el cordobés; diestro cuya aplastante superioridad sobre el “pobrecillo” Manolo hacía del todo imposible dicha pugna. Este planteamiento, convertido en lugar común, ha sido aceptado a pie juntillas y propagado sin asomo de duda por todos los escritores y articulistas que posteriormente se han ocupado del asunto. Sin embargo, si se hubieran molestado en investigar lo recogido por las publicaciones de la época, la cosa no les hubiese parecido tan clara.


Para situar la pugna en su contexto, comencemos diciendo que Rafael Guerra, Guerrita, tomó la alternativa dos años y dieciséis días después que El Espartero; son, por tanto, toreros de la misma generación taurina; aunque no pueden ser más opuestos en cuanto a la preparación del doctorado, pues mientras El Espartero había comenzado a brillar con luz propia, de manera súbita, tan sólo dos meses antes del mismo, Guerrita había tardado once años en alcanzar el puesto de matador de toros, desde que, con catorce añitos, se vistiera por primera vez de luces en la cuadrilla de Los Niños de Córdoba. Además, desde algunos años antes de la cesión de trastos venía acopiando fama como banderillero de toros acuadrillado con Fernando el Gallo y Lagartijo. La competencia con Manuel comienza la primera vez que torean mano a mano en Sevilla –15 de abril de 1888–, tarde favorable a El Espartero, epilogada por unos lamentables sucesos protagonizados por exaltados partidarios de los dos toreros, que llegaron a las manos y en los que la barbarie sacó a relucir las navajas. Guerrita se salvó por poco de que le dieran una puñalada, su banderillero el Bebe fue agredido en el café Suizo, teniendo que abrirse paso a silletazos. Ante tal estado de cosas, decidieron volverse a Córdoba y no permanecer en Sevilla hasta las corridas de feria, las cuales fueron favorables al espada cordobés. Espartero y Guerrita torearon juntos 34 tardes en Sevilla y unas 20 en Madrid, amén de otras muchas por diversas plazas de España. Pero ante la cuestión de si aquella competencia era inventada por los sevillanos o por los lagartijistas, después de que cortaran las relaciones el primer Califa y el Guerra, veamos lo que dice La Lidia –publicación que nunca se distinguió por su inclinación al torero de la Alfalfa– después del éxito de éste con la corrida de Palha, lidiada en Madrid por ambos espadas y Mazzantini el jueves, 2 de julio de 1891: “Ahora bien: muchos creerán que en esta situación no hay competencia posible, y precisamente la que no ha aparecido antes se ha revelado el jueves. No se necesita ser un lince para haber observado que el de Córdoba se esforzaba por alcanzar el nivel del de Sevilla, y que si no lo consiguió, debiose a las distintas condiciones de las reses, y también que el amor propio no dejaba de andar un tanto desasosegado, por no haber logrado la misma altura.



“La competencia, pues, existe. Mientras El Espartero se mantenga donde se ha colocado últimamente, Guerrita procurará rebasar aquel límite, y cuando lo haya rebasado será El Espartero el que procure a su vez avanzar aquel paso, originándose de esta porfía esa competencia, necesaria y útil, que da calor y animación al asunto…”



Como ven, había quien creía en la realidad de la competencia, y si ha pasado a la historia como una quimera ha sido sobre todo por el trágico fin del Espartero. ¿Se imaginan ustedes qué hubiera ocurrido de ser Belmonte a quien matara el toro en Talavera? Pues estoy convencido de que en vez de hablar de la Edad de Oro del toreo, lo haríamos de la competencia que se inventaron los belmontistas, pues no había pugna posible entre un torero tan completo, sobrado e inteligente como Joselito y un iluminado, un loco, un suicida, al que se sabía predestinado a caer en las astas de un toro. Además, de cien tardes que torearan juntos, Joselito quedaba mejor que Belmonte en noventa y cinco (claro que a Belmonte le bastaban las otras cinco para borrar todo lo que había hecho Joselito en el resto), ¿qué mayor prueba de la superioridad de uno sobre el otro? Era tremendo el abismo que se abría entre José y Juan para tomarse en serio cualquier vestigio de competencia. Pero quiso el destino que el que muriera en Talavera fuese Joselito y eso invalidó todos los prejuicios que se barajaban. En el caso de Espartero, su cogida mortal dio la razón a los “augures” que la vaticinaban. Sin embargo, yo creo en la pugna de Espartero y Guerrita, aunque técnicamente uno fuera muy superior y el otro a su vez lo fuera en valor. Y si esta rivalidad no llegó a más, no lo achaco a esa supuesta enorme diferencia profesional que separaba a un diestro de otro, sino que me acojo a las palabras del propio Guerrita cuando dijo: “Entre Espartero y yo no podía haber competencia, porque nos queríamos demasiado.” Y era cierto que unía a ambos una sincera amistad, cosa notable siendo el Guerra una persona de difícil trato. Sin embargo, se daba entre ellos una admiración mutua. Hay dos autógrafos de 1894 –el del Guerra fechado el 28 de enero y el de El Espartero el 16 de marzo, el cual reproducimos– que así lo atestiguan. Dice Guerrita: “El Espartero es el torero de menos facultades físicas que yo he conocido. Pero también el más valiente de los de mi época. Buen amigo y excelente compañero, resulta agradable torear con él.” En el suyo, afirma El Espartero:

“Rafael Guerra (Guerrita) es el torero más completo de todos los que he conocido desde que tomé la alternativa y en la actualidad trabajan, inteligente como el que más, no le falta valor y como compañero es siempre un peón decidido en favor de todos los que profesamos el mismo arte.” Para concluir esta cuestión, partiré una última lanza en favor de la realidad de la competencia, citando unas palabras del escritor de la época José María del Rey, Selipe, quien afirmaba: “Guerrita sin Espartero es lo que Lagartijo sin Salvador; lo que Salvador hubiera sido sin Lagartijo y Espartero sin Guerrita.”

El otro prejuicio del que hablaba fue el de considerar desde el principio que El Espartero era carne de toro; una especie de letra de cambio que ineludiblemente la muerte pasaría un día al cobro. Y así fue, pero podría no haber sido. Si la temeridad y el arrollar la razón predeterminaran la muerte en la plaza, también tendrían que haber caído en las astas de un toro Juan Belmonte, El Cordobés, Paco Ojeda, Pedrín Benjumea, Luis Freg, Juan Silveti y tantos y tantos otros. Sin embargo, o están vivos disfrutando de su bien ganado descanso, como El Cordobés y Ojeda, o fallecieron por causas totalmente ajenas a los toros. No obstante, al diestro de la Alfalfa siguieron poniéndole este sambenito hasta que se cumplió la profecía.

Que daba motivos para pensar así, no cabe duda. Ya hemos dicho que El Espartero era un disidente del toreo vigente en su época; un toreo de horario y minutero: a menos pases, más mérito; un toreo donde no debía pisarse el terreno del toro y en el que tenía validez aquel precepto de Cúchares que decía: “Pa los pavos que juyen, desarman o se cuelan no se ha jecho el arpiste”; esto es: que a los toros que carecen de condiciones para la lidia hay que matarlos sin exposición, sin adornos y valiéndose únicamente de recursos. El Espartero transgredía todos estos preceptos: le gustaba mucho torear de muleta, con lo que alargaba las faenas; invadía habitualmente unos terrenos que los demás sólo pisaban en casos extraordinarios, y a los toros cobardes, recelosos y huidos intentaba hacerles la misma faena que a los que eran claros y boyantes, cosa que en ocasiones le acarreaba éxitos clamorosos, pero en otras le abocaban al percance.


Colocándose siempre muy cerca, procurando ceñirse a los toros en vez de rehuir el embroque, El Espartero daba la imagen de tener un concepto del toreo fiado más en su bizarría que en los preceptos de la tauromaquia; mas nadie reparaba en que la suya era otra, era el alborear de un tiempo por venir. Manuel fue pionero en tratar de demostrar que la técnica del valor podía conseguir cosas imposibles para el valor de la técnica. Pero abrir caminos nuevos siempre es penoso y conlleva tropiezos y riesgos excesivos, por eso no cabe duda de que, visto desde la óptica de su tiempo, El Espartero parecía predestinado a pagar muy caras sus imprudencias toreras. Así y todo, consiguió ser el torero de la VERDAD, el torero de la EMOCIÓN y una señera figura de tronío aclamada por media España

viernes, 7 de mayo de 2021

La corrida de primavera de Brihuega (Guadalajara)


 

‘Los otros caminos del toreo’

El Real del Círculo de Labradores y Propietarios de Sevilla inauguró ayer el ciclo ‘Los toros en el Círculo‘, en el que se pretende dar voz al mundo del toro a través de sus protagonistas. El Salón Real de la sede de Pedro Caravaca fue el escenario de la primera charla, que tuvo como protagonistas a los toreros José Antonio CampuzanoVíctor Puerto y Eduardo Dávila Miura. 

Con el título ‘Otros caminos del toreo‘, el encuentro abordó la faceta de profesores y divulgadores del toreo que une a estos tres diestros en la actualidad, profundizando en el manifiesto interés de muchos aficionados de todas las edades por aprender los principios básicos del toreo de una manera práctica.

miércoles, 5 de mayo de 2021

EL ESPARTERO EN SEIS HITOS (4 )

 Por Santi Ortiz

UNA POLÉMICA COMO NUNCA OTRA


El 28 de septiembre de 1885, cuando todavía El Espartero estaba convaleciendo del percance de Zalamea y le faltaban dieciséis días para debutar en Madrid, la revista madrileña La Lidia publicaba el artículo editorial origen de la virulenta polémica que, durante años, iba a enfrentar al periodismo taurino de Sevilla y Madrid.

Escrito en tono satírico y bajo el título de “Fenómeno en puerta”, las mordaces ironías que en él se vuelcan sobre las supuestas excelencias de El Espartero y el rechazo implícito de las que supone exageraciones de la afición y la prensa de Sevilla acerca de este torero, no tenían más remedio que causar rechazo e indignación en la ciudad de la Giralda, no sólo por poner en entredicho la credibilidad de su periodismo taurino, sino porque, fuera cual fuera la intención del artículo, perjudicaba claramente al torero, contribuyendo a crear un clima contrario al mismo de cara a su presentación en Madrid.

A guisa de ejemplo, merece la pena reproducir tres párrafos del mismo, que ridiculizan unas opiniones aparecidas en las columnas de un periódico hispalense:

“Ya lo saben los aficionados. El Espartero se coloca en los terrenos que nadie pisa; pasa más corto y derecho que nadie, y se tira más en corto que ninguno. El día menos pensado nos dicen que, al presentarse Manuel delante de los toros, los animalitos se caen patas arriba, haciendo innecesario el oficio de puntillero.

“Que se retiren Lagartijo y Frascuelo; que el Currito y Cara-ancha se dediquen a vender esparto, que Mazzantini solicite el cargo de Director artístico del Teatro Real; que el Gallo se corte los espolones. En cuanto venga El Espartero, van a quedar hechos polvo.

“¿Cuándo se presenta el fenómeno en Madrid? Esto se preguntan todos los aficionados; y al pensar que ha de presentarse en la corte, tiemblan de espanto Rafael y Salvador, con sus respectivas y excelentes cuadrillas.”


Si esto no es predisponer a la afición en contra de El Espartero, que venga el Defensor del pueblo y lo sancione.

La polémica subió de tono tras el varapalo que la mayoría de la prensa madrileña –no toda– dio al Espartero tras la corrida de su presentación en Madrid. Disconforme con este juicio, El Toreo Sevillano se atrevió a decir en sus páginas que de lo realizado por El Espartero en el coso de la carretera de Aragón a las apreciaciones hechas de su labor por la prensa de Madrid había “la misma diferencia que del cenagoso y pobre Manzanares al caudaloso y rico Guadalquivir”. Tal comparación, hirió en lo más hondo al chauvinismo madrileño –la exageración del fervor patrio, no es cosa privativa de Sevilla–, dando con ello comienzo a un fuego cruzado de sátiras vejatorias y violentas diatribas, que no hicieron más que enconar los ánimos y radicalizar las opiniones.

Aparcando por un momento la polémica, ¿qué hizo El Espartero en Madrid? Ciñéndonos a los hechos y sin meternos en valoraciones, veamos los resultados que muestra al respecto la revista madrileña El Toreo: en el toro de la ceremonia –“Pichón”, de nombre–, “El Espartero, en menos que se cuenta, había dado tres altos, uno cambiado, uno de pecho y una estocada delantera y perpendicular a volapié. Palmas generales. ¡Buen principio, niño, buen principio!” En el segundo, que llegó muy quedado a la muleta, el de la Alfalfa, “acercándose mucho, pero mucho” realizó una faena larga y poco acertada y oyó un aviso. Resultado: “Silba y aplausos, según la manera que cada cual tuvo de ver las cosas.” En el último, “El Espartero pudo lucirse mejor con este bicho y acercándose en regla dio dos naturales, cinco altos perdiendo un pedazo de muleta, dos cambiados y una corta bien señalada. Después de dos naturales y seis altos, se pasó una vez sin herir, y por fin tras de uno con la derecha y uno alto dio una estocada buena en las tablas. Palmas”.

Con tales resultados, ¿puede decirse que El Espartero estuviera mal o que defraudara al respetable? Yo pienso que no, aunque no llegara a las cotas de las hazañas propagadas desde Sevilla. Desde luego, la respuesta que obtuvo del público –ovación, división y palmas– no da para justificar la dureza con que fue tratado por la crítica, que, a la hora de valorar virtudes y defectos, no dudó en emplear la ley del embudo, magnificando las carencias y menospreciando sus cualidades. Por ejemplo, no hay pluma que ose negarle su valor, serenidad y frescura ante los toros, pero devalúan su condición de torero valiente con frases como: “Es un niño que desconoce el peligro o desprecia la vida”. O sea: o es un ignorante o un suicida –esto último me suena de algo, ¿no?–, porque de otra manera su bizarría les parece incomprensible. Eso se ha repetido a lo largo de la historia. De Belmonte decían que se quedaba quieto porque no tenía facultades; de El Cordobés, porque era un esmayao; de Ojeda, porque era un torpe, y de José Tomás, porque, además de torpe, era un suicida. Todo, antes de reconocer que, simplemente, eran hombres con las gónadas bien puestas en su sitio y una voluntad de alcanzar la gloria propia de seres excepcionales; de soñadores capaces de aspirar a lo más alto… ¡aun a costa de la propia vida!


De sus carencias, la prensa hace énfasis en su desconocimiento de la tauromaquia. Ni siquiera, por más que lo digan, les frena el hecho de estar juzgando a alguien que sólo han visto torear una tarde. Así El Toreo no se corta un pelo en declarar que “El Espartero no sabe una sola palabra de lo que es matar toros”, ni La Lidia en afirmar que El Espartero “es pura y simplemente un niño de 19 años (tenía 20), desprovisto de facultades físicas, y dotado del desatinado valor que presta una ignorancia absoluta del peligro, y un desconocimiento total de las reglas más elementales del toreo. Ni más ni menos.” Traduciendo: todo lo que ha pregonado de él Sevilla es un camelo y El Espartero es un maleta que nadie sabe por qué encantamientos ha logrado llegar a confirmar alternativa en Madrid en tiempo record.

Menos mal que hay cronistas, como Pirracas, en La Nueva Lidia, que exhiben mejores dotes de ecuanimidad. Hablando de Espartero, dice: “En nuestro concepto no es un maestro, porque le falta mucho que aprender; no es un mero aficionado, porque sabe más que muchos de los que injustamente han alcanzado el título de maestros; no es una realidad, porque tiene muchos defectos que corregir, pero es una gran esperanza, porque posee lo que no se estudia ni se aprende: afición, agilidad y un gran corazón.” ¡Qué forma tan distinta de enjuiciar las cosas!

Al margen del “pique” secular que ha existido siempre entre Sevilla y Madrid en materia taurina, creo advertir como trasfondo de la dureza de trato de la crítica madrileña al que llaman “niño mimado de la afición sevillana”, ciertos rasgos que desbordan la posible animadversión hacia el debutante y tocan claves más profundas y esenciales de la concepción del entonces toreo vigente. Por ejemplo, a El Espartero se le recrimina querer empezar la casa por el tejado; esto es: haberse saltado a la torera las etapas –banderillero, sobresaliente o media espada y matador– que solían seguir los que pretendían ser toreros. Otro modo no les cabía en la cabeza, por eso a Manuel le acusan de querer comenzar la carrera matando toros y, a su entender, eso “es imposible”. Lo cual hay que traducir por “está por llegar”, pues, como demuestra la historia, aquella “imposibilidad” se irá imponiendo hasta convertirse en el modo habitual de acometer la profesión. Los terrenos que El Espartero pisa son asimismo otra fuente de conflicto con el toreo vigente en su tiempo. Como expresaban los versos que le dedica Sentimientos: “Tiene vista, y es sereno/ como que pisa el terreno/ que corresponde a la res/ esto manque paesca bueno/ No lo es.” Era malo pisar los terrenos del toro, sin embargo, la evolución de la Fiesta ha demostrado que, pisando esos terrenos prohibidos, es como los toros han ido descubriendo sus secretos y la Tauromaquia ha desembocado en el templo de las bellas artes, que hoy la acoge. En otro orden de cosas, también hay plumas que se quejan de que El Espartero tenga al público en un verdadero sobresalto, de ahí que diga El Enano: “¿Y es a que sufra el espíritu, o a divertirnos, a lo que vamos a las corridas de toros? Pues si El Espartero sólo ha de proporcionarnos disgustos, no queremos verlo.” Remonten ustedes el tiempo hasta estas últimas décadas y oirán eso de “yo no voy a los toros a sufrir”, que se decía para criticar al “suicida” José Tomás.

Aunque la guerra entre el periodismo sevillano y madrileño continuará teniendo a El Espartero, como blanco de iras o bastión a defender, durante toda la carrera de éste, el segundo punto álgido de la misma sobreviene con el artículo “Justicia catalana”, publicado por Ángel Caamaño, El Barquero, en El Enano, una semana antes de la trágica muerte del espada hispalense. Vaya por delante que estimo improcedente culpar a dicho artículo, pese a su dureza, de la muerte del pobre Manuel, como sí hicieron los periódicos sevillanos, El Arte Taurino, La Muleta y El Circo Taurino; mas no dejo de reconocer que debió herir profundamente el amor propio de un torero cabal como era El Espartero y, tal vez, predisponerlo a cometer temeridades que, sin la presión del citado artículo, no hubiera asumido. De hecho, un diestro del valor, la vergüenza torera y el decoro de Manuel García Cuesta, no podía dejar pasar sin más tan incalificable ataque a su fama y, desde Córdoba, dos días antes de la tragedia, envió al crítico “amistosa invitación para almorzar juntos y PELEAR (según frase textual de aquel infortunado)”, a fin de exigirle completa satisfacción de su biliosa e imprudente conducta.


¿Qué se decía en “Justicia catalana”? Ya el titulito tiene su “miga” por hacer referencia a la que aplicaban sin dilación ni miramiento de las reglas procesales los tribunales locales de aquellas tierras hasta que acabó con ellos Felipe V. Según El Enano, era “la más popular, la más contundente y la que más se adapta a las cosas habituales dentro de la tauromaquia”. Nada de escrúpulos ni miramientos. Según la revista madrileña: “Garrotazo y tente tieso es la fórmula que hay necesidad de adoptar, en vista de que pasa un día y otro, y determinadas personalidades taurinas continúan estacionadas en el burladero del desahogo, que está colocado tras la barrera del miedo y muy cerca de la contrabarrera de la camama.”

Se refería el artículo a El Espartero y Antonio Reverte, aunque, sobre todo, cargaba las tintas contra el primero, recurriendo al recurso de compararlo –a buena hora mangas verdes– con El Espartero de años atrás, como si alguna vez este torero hubiese sido santo de la devoción de las plumas capitalinas. Veamos unas muestras de lo que dice:

“A aquel Espartero le ha sustituido otro que ni para quitar las zapatillas del antiguo vale, pues ni su arte tiene, ni como él torea, y sus guapezas las sustituye con vacilaciones al entrar a herir y miradas al costado izquierdo a la hora de reunirse.

]…[

“¿Quién puede hacer variar la opinión? Usted solo. ¿Cómo? Avistándose con El Espartero el bueno, apropiándose de la valentía que tanto le distinguió siempre, y empleándola en las corridas que todavía le quedan por torear.

“Aún es tiempo. Venga un esfuerzo desesperado, porque ya las aguas irritadas de la opinión le ciñen a usted el cuello; y una de dos: o sale usted a flote como todos lo deseamos, o se va usted al fondo para siempre.”


Una semana después, El Espartero se iba para siempre al fondo de la muerte. No es de extrañar la rabia e indignación que se apoderaron de los que habían sido amigos o seguidores suyos, incluida la prensa sevillana. Afirmar impunemente cosas como las citadas, de un hombre, un torero, cuyo corazón no le cabía en el pecho; un diestro acribillado a cornadas, que siempre fue modelo de vergüenza torera, traspasaba las lindes de lo tolerable. No me extraña que Manuel, tras haberlo leído, quisiera citarse con el autor para pelear con él. Aun mediando una mala racha, no se puede acusar de cobarde a un valiente a carta cabal como Espartero, ni llamar desahogado y lleno de camama a quien, a lo largo de toda su carrera, había dado muestras de un pundonor y una entrega difíciles de encontrar en la historia de Tauro.

Sería faltar a la verdad silenciar que en el mismo número de El Enano donde aparecía “Justicia catalana”, se incluía la crónica de la corrida de esa tarde en Madrid –toros de Salas, para Espartero, Guerrita y Fuentes–, donde el crítico Achares cantaba el éxito del torero sevillano, afirmando cosas como: “Esto quiere decir, en estilo más liso y llano, que la tarde ha sido para Manuel García, El Espartero, que indudablemente venía dispuesto a buscar el desquite de pasados errores y le ha encontrado tan cumplido como de su legítima fama había derecho a esperar.” Por su parte, el Barquero también publicó en El Heraldo de Madrid su laudatoria reseña de la corrida, congratulándose del triunfo obtenido por Manuel.

Sin embargo, eso no logró apagar el incendio que en torno a la muerte de Espartero y el mal trato recibido por éste de la prensa de Madrid se había formado, y siguieron las trifulcas entre plumas opuestas al punto de que el director de La Puntilla llegó a mandar los padrinos a su colega sevillano de La Muleta para batirse en duelo. No sé si la sangre llegó al río, pero el hecho sirve para darnos idea de la magnitud y enconamiento de una polémica como nunca el toreo conoció otra.