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lunes, 26 de diciembre de 2011

Sobre EL FUNDI.

La próxima temporada será su última en activo. El Fundi ha decidido poner fin a más de treinta años de profesionalidad. Con toda justicia, aspira a poder despedirse de las principales aficiones, que en su caso son muchas, porque ha sido un torero respetado de norte a sur.

Ahora hace falta que los empresarios tengan la sensibilidad necesaria para que sea posible. Detrás de deja una historia limpia y honesta, plagada de reciedumbre, pero sobre todo de un profundo sentido del toreo.


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Nombre: José Pedro Prados Martín
Natural de: Fuenlabrada (Madrid)
Fecha de nacimiento: el 23 de diciembre de 1966
Debut en público: en Colmenar Viejo, 13 de setiembre de 1981
Debut con caballos: en Fuenlabrada (Madrid), 17 de setiembre de 1983.
Alternativa: en Villaviciosa de Odón (Madrid), el 22 de septiembre de 1987, de manos de Joselito y con José Luis Bote de testigo, ante toros de Antonio Arribas.
Confirmación: el 22 de mayo de 1988, con Joselito como padrino y José Luis Bote de testigo y toros de Antonio Arribas.

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Empeñarse en buscar palabras casi empalagosas para explicar el toreo de El Fundi, es un empeño inútil, si además no fuera innecesario. Porque por cierto hay que tener que no nos encontramos ante un esteta del toreo. La grandeza de la Fiesta radica en que en la misma y con la misma dignidad, si tal merecen, caben muchos más que los estetas.

sPor ejemplo, los toreros machos. El Fundi pertenece a esta familia. Un profesional responsable, con la técnica muy bien aprendida y, sobre todo, con capacidad excepcional para entender a los toros. A él le tocaron de los duros, pero no se le han resistido, sino que ha demostrado oficio y afición para construir la limpia historia de un torero recio.
Cuando se hace semejante apuesta y se sale triunfador, como es el caso, no sólo se justifica el paso por la Fiesta, es que accede al dificilísimo grado de dejar una huella en el toreo, que las futuras generaciones también reconocerán.
Torero al que le costó entrar en Madrid, por una inexplicable incomprensión de una parte de los aficionados, no deja de llamar la atención que plazas de tan diversas idiosincrasia como Sevilla, Bilbao, Almería, Málaga, Nimes, Dax o Bayona haya sido y sigue siendo un nombre muy respetado, cuyo anuncio siempre se acoge con agrado.
Como profesional solvente es uno de los mejores conocedores del toro. Desde luego, de esas ganaderías que se califican de duras, que según El Fundi “ni son todos los que están ni están todos los que son”, por más que reconozca que
“quizás la corrida de Miura es la que más marca, porque es un toro de leyenda, correoso, bronco, al estilo antiguo y, por lo general, de los más complicados”. Pero no ha tenido menor capacidad para entender a ese otro toro al que se moteja de comercial:

“había gente que no pensaba que pudiera sacar partido de estas corridas menos duras. He demostrado que tengo sitio tanto para las corridas duras como para las otras. Si el toro embiste lo toreo, como los demás, con la profundidad, la clase y la pureza que hoy se exige. He podido demostrar que puedo estar en cualquier tipo de cartel, no solo en los duros”.
Se ha valorado con justifica su capacidad con la espada, la pureza para realizar la suerte. Pero no es menos cierto que, cuando un toro le coge los vuelos del engaño, sabe manejarlos con largura, con temple, con ese sentido que marca lo autentico de lo superfluo.
Castigado por los toros, como todos los van con la verdad por delante, quizás lo que más le afectó fue el accidente ecuestre del 2008, del que se recuperó pero con la lentitud propia de sus lesiones.
Hombre radicalmente independiente, ajeno a los grandes clanes de la Fiesta, después de una temporada de 2011 en la que las empresas no le dieron el sitio debido, ahora anuncia que durante 2012 dirá su adiós a los ruedos, después de más de 30 años vistiéndose de luces. Aspira a poder pasear su adiós por los grandes sitios del toreo. Y es justo que lo haga. Sólo falta que el empresariado tenga la sensibilidad necesaria para medir la importancia de su historia, que no es ciertamente pequeña
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