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martes, 21 de mayo de 2013

La espada niega un triunfo grande

Gonzalo Caballero pudo dar un aldabonazo en Madrid en esta segunda novillada del abono, pero el mal uso de la espada le privó de abrir la Puerta Grande. El madrileño ha acreditado un buen momento, además de sacar genio y casta para que en la novillada pasara algo importante. Nazario Ibáñez presentó una buena novillada, con tres ejemplares de nota. Ni Álvaro Sanlúcar –que se dejó ir el mejor ejemplar del lote-- ni Cesar Valencia, que tuvo un complicado 6º, pudieron ir a mayores.




Una muy interesante actuación de Gonzalo Caballero, que la espada impidió que se tradujera en un triunfo rotundo, ha sido lo más destacado de la segunda novillada del abono. A diferencia de la anterior, en esta ocasión se lidió una novillada de Nazario Ibáñez que mereció buena nota, en especial tres de sus ejemplares.
Casi inédito quedó Álvaro Sanlúcar con su primero: ya casi desde los primeros compases el novillo se paró y la faena se fue haciendo imposible. En contrapartida, le correspondió el excelente 4º,  quizás el mejor de todo el encierro.  En consonancia con su calidad, Sanlúcar debió estar mucho mejor;  su faena, de largo metraje, iba paulatinamente a menos, sin llegar a  calar en ningún momento entre los aficionados.
Gonzalo Caballero pudo y hasta debió abrir la Puerta Grande. Pero su mal uso de la espada se lo impidió, como hasta ahora estará lamentando. Ha dejado una muy buena impresión, más rodado ya que en su presentación del pasado año. Por delante tuvo un buen novillo, enrazado, que pedía una muleta que le pudiera. Y la tuvo, en series redondeadas y bien ligadas, luego complementadas con unas emotivas bernardinas. Dicho quedó que a la hora de la verdad todo se quedó en nada. De nuevo con el 5º, mansote pero que tenía movilidad,  Caballero estuvo entregado y valiente, tanto en el toreo fundamental como luego en el arrimón final. Con el triunfo en la mano, la espada volvió a cerrar el camino.
Puede que fuera el viento y la lluvia lo que redujera las posibilidades de César Valencia con el buen novillo que le correspondió en primer lugar. De hecho, su actuación fue siempre a menos, sin terminar de entenderse con su enemigo. El 6º, el garbando negro de la tarde, sacó peligro y complicaciones; aunque Valencia estuvo decidido, los problemas no permitían mayores alegrías.

FICHA: MADRID. Duodécima de abono. Más de media entrada. Novillos de Nazario Ibáñez, bien presentados y de juego con interés,   en especial 2º, 3º y 4º.  Álvaro Sanlúcar (de turquesa y oro), silencio y silencio.
 Gonzalo Caballero (de azul celeste y oro), ovación tras aviso y ovación.  
 César Valencia(de gris perla y azabache), silencio y silencio.
Al concluir el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de Pepe Luis Vázquez.

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