TRIUNFARON ÁLVARO DOMECQ Y
“ZURITO”
A pesar de las amenazas de lluvia, que se hicieron presentes
en algunos momentos del festejo, mucho público acudió a los tendidos de la
plaza de toros de Zalamea la Real en la tarde del domingo 12 de Febrero de
1.967 para contemplar el festival benéfico anunciado.
En el mismo se lidiaron novillos de Álvaro Domecq que
resultaron bravos y que tuvieron mucho poder, posibilitando el éxito de los
actuantes y que los espectadores disfrutarán durante toda la tarde.
El cartel lo conforman el rejoneador Álvaro Domecq , y los diestros Miguelín , Curro Romero , "Zurito " ,"El Pireo " y Manolo Cortés.
Abrió plaza el rejoneador Álvaro Domecq que se lució al
clavar dos rejones de castigo y, especialmente, en tres pares de banderillas
para cerrar el tercio con un par de banderillas de las cortas de inmejorable
ejecución. Como mató de un atinado rejón, le fueron concedidas las dos orejas y
rabo que, entre grandes ovaciones, paseó por el ruedo.
El algecireño Miguel Mateo “Miguelín” se encontró con la
lluvia cuando recibió a su primero, con el que no pudo lucirse ni con el capote
ni con la muleta al quedarse muy parado el novillo; por ello, decidió abreviar
y dejó una buena estocada, recibiendo una cálida ovación en recuerdo del
brillante tercio de banderillas que había protagonizado y que fueron sus
mejores momentos.
Se lució Curro Romero al recibir con el capote a su
oponente, ganándose las ovaciones de los tendidos que irían en aumento cuando
utilizó la franela y torear por redondos y ejecutando algunos adornos como
giraldillas. Necesitó de media estocada y un descabello, solicitándose la oreja
que no fue concedida.
El otro gran triunfador de la tarde fue el cordobés Gabriel
de la Haba “Zurito”, quien se lució al veroniquear a su oponente y, con la
muleta, le instrumentó una amplia faena con pases de todas las marcas, cerrando
su actuación con una certera media estocada.
También pudo haber triunfador Manuel Cano “El Pireo” pero el
cordobés, que se lució al capear a su novillo, se ganó las ovaciones del
público cuando toreó de muleta, especialmente cuando lo hizo por derechazos.
Perdió el triunfo por el mal uso de las espadas y dio una aclamada vuelta al
ruedo.
Cerró plaza Manolo Cortés que puso de manifiesto sus maneras
de torear tanto con el capote como con la muleta, dejando series muy estimables
que fueron jaleadas por el público, pero estuvo muy mal a la hora de matar
necesitando de varios intentos por lo que todo en una fuerte ovación.
El público, entre el que había muchos aficionados llegados
de los pueblos limítrofes, salió muy satisfecho de este festejo, comentando las
excelentes actuaciones de los diestros y se comentaban que esta temporada iba a
ser muy importante para la afición zalameña por cuanto se preveía la
celebración de numerosos festejos a lo largo de la campaña.
Por Vicente Parra Roldán.
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