El toreo mueve multitudes. Así ha quedado demostrado esta tarde en la Maestranza al colocarse en las taquillas el cartel de ‘No hay billetes’. A pesar de la incoherencia de unos y otros en ese prólogo insustancial en el inicio de una temporada cargada de polémica. Hoy, el toreo, favorecido por el ambiente de Domingo de Resurrección, volvió a deslumbrar produciendo en el público la atracción intensa de un detalle, de una chispa, de una monumental verónica. Tan sólo eso. Ni más ni menos que eso bastó para que la gente se encontrase de nuevo con él. Pese a la falta de toros. Del toro encastado que provoca y transmite la emoción de la bravura. Éste no salió en la Maestranza.
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