El diestro se acordó de su llorado maestro Manolo Cortés.
Al natural y con un quinto miura llamado Amapolo.
El retrato de Cortés redivivo. A cámara lenta el empaque y el lento trazo. Atalonado y asentado en tres series de bandera.
La nobleza suave y más descolgada del buen cinqueño como arcilla moldeable de 631 kilos de verdad.
Oles tan largos como los muletazos que nacían de la cintura y morían en el tacto de la muñeca.
A la colocación baja de la espada se aferró la presidenta sensatamente para no conceder la segunda oreja .
Pepe Moral dio dos vueltas al ruedo aclamadas, vitoreadas, abrazadas con el instinto de la supervivencia a flor de piel.
Antonio Nazaré se estrelló con el primero, un inválido y dio la cara con el bronco que salió en cuarto lugar. Esaú Fernández quiso jugársela a portagayola y fue arrollado por su primero, que le perdonó la cornada. En este toro y en el sexto plantó batalla con más entrega que acierto.
Sevilla, domingo 7 de mayo de 2017. Toros de Miura, de juego variado e interesante. Antonio Nazaré, silencio tras aviso y ovación con saludos; Pepe Moral, oreja y oreja con petición de la segunda y bronca al palco; y Esaú Fernández, ovación con saludos y palmas. Entrada: Más de media plaza.
Sevilla, domingo 7 de mayo de 2017. Toros de Miura, de juego variado e interesante. Antonio Nazaré, silencio tras aviso y ovación con saludos; Pepe Moral, oreja y oreja con petición de la segunda y bronca al palco; y Esaú Fernández, ovación con saludos y palmas. Entrada: Más de media plaza.
Miura cerraba en Sevilla la Feria; 175 años de historia como broche. Desaparecidas las corridas que en prefería acogían a los llamados toreros locales que, año tras año, apenas cuentan con contratos, la miurada fue la elegida como 'oportunidad'. La presencia de los tres matadores sevillanos -Antonio Nazaré, Pepe Moral y Esaú Fernández- desalojó a un 'especialista' de contrastados y continuados méritos en la Maestranza como Rafaelillo.
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