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martes, 23 de octubre de 2012

Control por derecho


Siempre hemos dicho, que una de las características de la industria taurina es la falta de apertura. Hacia el aficionado, público y sociedad. Si nos fijamos, todos los pasos emprendidos por la INDUSTRIA TAURINA desde hace décadas, es justo al contrario.
 Los taurinos y los empresarios siempre han abogado por un modelo opaco, oscurantista y poco aperturista. ¿Y ésto por qué?. 

La explicación es muy sencilla: NO PERDER EL CONTROL. Ellos (los empresarios) han manejado una industria que por la propia inercia de la historia, les ha dado pingües beneficios sin la necesidad de formarse, crear equipos talentosos, y sin apenas trabajar (se ha llamado trabajar a hacer carteles e ir al campo a reseñar una corrida).
 En ése ecosistema opaco, todos los pasos, que han dado, ha sido controlar todo el proceso de producción de la corrida de toros: Manejan toreros, toros, y además, no hay control sobre los ingresos. Una bicoca, vamos. ¿Para qué es necesario invertir en imagen y crear ingresos atípicos, si no era necesario y además nos obligaba a trabajar?.

Es todo lo contrario, a cómo se ha hecho. Habría que buscar un entorno fiable (ni los propios taurinos se fían entre ellos), ¿Cómo me puedo fiar yo de un tal Canorea que dice vender 6.000 entradas y no 7.000?.
 Por éso, uno de tantos pasos que hay que dar, es poner TORNOS en todas las plazas de toros de España. Dónde haya una venta oficial de entradas por plaza (controlada por la Administración) con las que se puedan hacer estadísticas oficiales por plaza, y en conjunto. Así como una estimación oficial e independiente de los festejos populares. A final de temporada, la INDUSTRIA deberían dar rueda de prensa con las venta de entradas. 
E incluso, a la propia administración le interesa.
 Yo siempre he abogado porque la Administración baje el Iva y ponga tornos. Seguramente ingresara más dinero.

Con una mayor transparencia y con una mayor separación de poderes, se pueden crear fórmulas de caché más modernas, y sobre todo, más justas. Y además, obligaría a trabajar al empresario, durante todo el año en la CIUDAD. Y ésta es la clave. Nadie sabe, (ni tan siquiera la Administración) que es lo que recauda un empresario. 
Si el empresario sabe que tiene que pagar lo que firma al torero (En mi empresa los proveedores cobran independientemente de mi éxito comercial), si además, no hay cambio de cromos, y hay una venta oficial y controlada de entradas,el empresario no tendrá más remedio que trabajar en la ciudad, TODO EL AÑO. Con un equipo de trabajo, con una estrategia y con un proyecto. 
¿Qué es éso de llegar en la feria y querer ganar dinero?.Aquí se ha ganado dinero a espuertas, por la propia inercia y porque ellos han creado un sistema que les ha permitido ganar dinero, incluso, con la plaza a la mitad y entradas a 70 € la sombra.
Es más, casi prefieren una plaza a la mitad o 3/4 que llena. El propio sistema, creados por ellos en las últimas décadas, les anima a ello. 
NOTA: TRANSPARENCIA, APERTURA Y CERCANÍA CON EL AFICIONADO, PÚBLICO Y SOCIEDAD.
 ÉSA ES LA CLAVE. 
Y TRABAJO DIARIO, A TRAVÉS DE UNA INDUSTRIA PROFESIONAL Y UNA GESTIÓN DIARIA DE LAS PLAZAS Y LA CULTURA TAURINA EN CADA UNA DE LAS CIUDADES Y LOS PUEBLOS DE ESPAÑA.

Por Raúl Delgado ( Los Toros en el Siglo XXI).

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