Luis Carlos Peris
El Domingo de Resurrección estuvo compuesto por un cartel de teloneros hasta que aquella unión simbiótica que formaban Diodoro Canorea y Curro Romero decidió impulsar la jornada hasta hacerla la más importante del curso taurino junto a la de la Beneficencia madrileña. Y así amanece en este día la reapertura de la Maestranza con el cartel que hogaño prefiere la afición de Sevilla.
Toros artistas de Juan Pedro Domecq para la flor y nata del toreo artístico y que da la casualidad que se compone de tres toreros sevillanos. Un orfebre cigarrero junto al más genuino representante del toreo de Triana en la actualidad junto a un artista como Pablo Aguado que ha llegado a la cima a base de naturalidad. Morante de La Puebla, artista de la margen derecha, se ha convertido, por si fuera poco, en la locomotora de la temporada, además de ser faro y guía de cuantos quieren ser toreros. A la derecha en el paseíllo, Juan Ortega, quizás el capotero que con más fidelidad bebe de las fecundas fuentes de Cagancho y de Curro Puya. Desde aquel glorioso jueves de Feria de 1965, Sevilla no lograba conjuntar un cartel tan lleno de sevillanía. Lo que aquel día desgranaron en el albero Diego Puerta, Curro Romero y Paco Camino se fue propagando con los años con un efecto multiplicador que lo hizo sobrenatural. Cómo Sevilla salió toreando por la calle fue tan extraordinario que ha pasado el tiempo y se recuerda hasta por los que no lo vivieron, conque a ver si hoy puede repetirse.
Tras dos Ferias en blanco y con el síndrome de abstinencia en cierta medida paliado hace unos meses con un magnífico San Miguel, hoy se reabre la plaza más bella del mundo para que en su bastidor intenten bordar el toreo tres artistas que gozan del fervor de Sevilla y siempre que los toros de Juan Pedro colaboren en la tarea.
Nuevo Domingo de Resurrección en Sevilla, casi nada, el día más esperado con la terna más soñada en la cuna del toreo
ORDEN DE LIDIA
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