"10 preguntas incómodas sobre Tauromaquia"
Un ciclo de coloquios mensuales que giran en torno a los 19 episodios de "El Podcast de la FTL", un proyecto de compilación y difusión de conocimiento taurino al entorno digital a través de archivos sonoros que la Fundación Toro de Lidia ha impulsado con la colaboración del Ministerio de Cultura y Deporte.
Bajo el título de "10 preguntas incómodas sobre tauromaquia" se quiso dar argumentos a los aficionados para desmontar los principales tópicos utilizados por los animalistas para atacar la tauromaquia.
En un primer bloque Sixto Naranjo preguntó sobre aspectos concretos de la fiesta de los toros, como por ejemplo si se manipula al toro, si es necesario que este muera o si el animal sufre.
A estas cuestiones el portavoz de la FTL respondió que “es absurdo decir que a los toros se les echa vaselina en los ojos. Si fuera así, no verían y pondrían en riesgo a los propios toreros”. En relación con la muerte del toro, afirmó que “matamos al toro al igual que se matan el resto de los animales que la gente consume”, añadiendo que “sería una traición al toro matarlo en la oscuridad de un chiquero”.
El segundo bloque de preguntas se centró en la relación de la tauromaquia con las administraciones públicas; más concretamente, si los poderes públicos tienen potestad para determinar qué es cultura y qué no lo es o sobre la conveniencia de que los toros reciban subvenciones públicas.
En este sentido Apaolaza explicaba que “la cultura es algo que está al margen de aquellos que a lo largo de la historia nos vienen a decir lo que es decente y lo que no lo es”. Por otro lado, en relación con las subvenciones afirma que “la tauromaquia es un espectáculo subvencionado en una parte muy pequeña en comparación con otras actividades culturales subvencionadas”. Además, “el pensar que no se subvenciona algo porque contraviene la sensibilidad de algunos sería el final de la cultura”.
El tercer bloque analizaba la tauromaquia desde un punto de vista antropológico. ¿Crean los toros una sociedad más sádica? “si los toros crearan una sociedad enferma porque anularan la empatía de los ciudadanos que lo ven o que se educan en ese entorno o si crearan sociedades más violentas, España no sería uno de los países menos violentos del mundo”, respondía Apaolaza.
En la misma línea, se abordó el aspecto de la conveniencia de llevar a los niños a los toros: “es falso que la ONU haya recomendado que los menores de edad no asistan a espectáculos taurinos. Yo soy un niño de los toros y llevo a mis niños a los toros porque les doy una educación de lo que es la vida y lo que es el mundo”.
Además, recordó que “la única línea roja que tienen las manifestaciones culturales es el respeto a los derechos humanos y libertades individuales. Por eso los toros, que no traspasan esa línea, forman parte de esas tradiciones culturales que se tienen que proteger”.
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