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viernes, 19 de julio de 2024

UNA VERONICA CUARENTA AÑOS DESPUÉS...

 


Rememorando la reinauguración de la antigua plaza de toros de Huelva - el coso de Las Colonias erróneamente rebautizado como de La Merced , según marca el código postal y los limites geográficos que delimitan las aéreas de cada barriada - en estas fechas de efeméride me gustaría rescatar una de las imágenes más gloriosas del acontecimiento.

Eran tiempos "analógicos"   en todos los sentidos y especialmente en asuntos fotográficos que es donde vamos a pulsar el recuerdo. En todo este tiempo transcurrido hemos pasado a una autentica revolución digital y de comunicaciones impensable en esa época en que resurgía con fuerza el mundo taurino arropado en el entramado urbano después de la perdida de la colosal plaza monumental que el ayuntamiento localizo en los exteriores de la ciudad junto al recinto ferial .No había teléfonos  móviles ni tantos vehículos y por tanto el sosiego vital era totalmente diferente. 

La primera feria convoco a muchos fotógrafos a sabiendas de captar instantáneas de carácter histórico. Las cámaras eran de carretes - Kodak, Agfa, Ilford -que podían ser o bien en color como en blanco y negro mas tradicional en temática taurina. Carretes tan solo para 24 o 36 tomas como mucho a diferencia de la gran capacidad de hoy en día que puede llegar a miles con las ráfagas digitales. En aquellos días el proceso químico del revelado era otro inconveniente añadido de coste temporal y económico hasta llegar a reproducir en papel el momento que pasará a los anales . Para aminorar gastos se solía hacer un método llamado   de "contactos" en la que se exponían todos los negativos junto en un tamaño pequeño que luego había que revisar con lupa para elegir la buena.

 En la época analógica de la fotografía, el revelado en blanco y negro se lograba mediante el uso de productos químicos, en un proceso que se llevaba a cabo en un cuarto oscuro. El proceso empezaba con la exposición del negativo al papel fotográfico, y luego se procedía a realizar una serie de procesos químicos para fijar y revelar la imagen.

Para el revelado en color, el proceso era más complejo debido a la necesidad de trabajar con diferentes capas de emulsión. Se utilizaban productos químicos específicos para cada capa, y se necesitaban tiempo y habilidad para lograr una imagen equilibrada en cuanto a colores y tonalidades. En ambos casos, el éxito en el revelado dependía en gran parte de la habilidad y experiencia del fotógrafo. Además, el proceso requería de un ambiente controlado y oscuro para evitar la exposición indebida de los materiales fotosensibles a la luz. 


Pues  bien , vamos al grano . Pedro Delgado era un gran tipo que regentaba la inolvidable tienda  "Objetivo 1 " situada frente a la casa de la familia Litri en el centro de Huelva. Acudió a los festejos en los tendidos de sol y sombra cercanos al patio de arrastre y se dispuso para inmortalizar la tarde en un gran reportaje. Recibí su llamada al fijo de telefónica en casa   ya entrada la madrugada para que fuese a revisarle  los contactos pues en días previos coincidimos en jornadas camperas de tientas y el resultado no fue bueno. La dificultad de las fotos toreando es grande si no eres aficionado por muy buen fotógrafo que sea.

Cuando llegué a su laboratorio y coloque la lupa sobre los negativos visionando su trabajo surgió rápidamente la magia y apareció una icónica  foto del toreo de capa de Curro Romero. Han pasado los años y seguro que todo buen aficionado recuerda aquel lento lance de recibo cargando la suerte y meciendo el capote con las yemas de los dedos...eternizando  un fugaz momento de una belleza torera propia del genial "Faraón de Camas " que siempre tuvo en Huelva una plaza talismán donde bordo pasajes de primor. 

Pedro siempre me recordaba aquel momentazo en que se  fue desvelando sobre los líquidos,   con la luz roja del minúsculo cuartillo ese lance para la historia al cual le siguen resonando los oles!!!.

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