PLAZA DE TOROS DE LA MERCED
Novillos de
Villamarta, bien presentados y de magnifico juego. Destacaron el 1º y el 6º encastados,
aplaudidos en el arrastre; el 2º, con clase. El mejor fue el 4º al que se le
dio la vuelta al ruedo.
DAVID DE
MIRANDA, grana y oro, pinchazo, otro
hondo y cuatro descabellos (ovación y saludos) y
estocada (dos orejas y rabo)
ALEJANDRO CONQUERO, blanco y plata, seis pinchazos, estocada y
descabello (silencio tras dos avisos) y tres
pinchazos (silencio).
RAFAEL SERNA, de espuma de mar y oro, estocada (oreja) y
estocada (dos orejas).
4º festejo de la
Feria de las Colombinas. Casi dos tercios de entrada en tarde nublada y
ventosa.
Crónica de la Pregonera LORENA MUÑOZ ( ABC )
Huelva
A pesar del
cielo gris y el viento que amenazaba la tarde, hubo una buena entrada el día grande de la
Feria de Las Colombinas. Como alicientes, dos novilleros de la tierra y el debú con caballos
del sevillano Rafael Serna. El festejo mereció la pena. El encierro de
Villamarta fue excelente y David de Miranda le cortó las dos orejas y el rabo a Acusonero,
que no se cansó de embestir y fue premiado con la vuelta al ruedo. El de Trigueros
entra en la historia del coso de la Merced: a pie, el último novillero
que cortó un rabo fue
Emilio Silvera en 1984 y como matador de toros, Espartaco en 1989.
Allí estuvo David
de Miranda, un novillero que a su dimensión de valiente ha añadido calidad,
temple y quietud a su toreo. Con el capote se lució en el recibo por delantales
a pies juntos antes de abrochar con una revolera. Dispuesto y firme aguantó el quite por
tafalleras, hasta siete, sin mover las zapatillas. El inicio de muleta fue con
el pase cambiado por la espalda y el de pecho, hasta tres seguidos, mientras
sonaba un fandango en el tendido. Templando la embestida repetidora y con clase
del novillo, De Miranda alargó los muletazos, se rebosó en los de pecho y cuadró a Acusonero
con manoletinas citando de perfil. Estoconazo y petición de los máximos trofeos
con el público
entregado.
Antes ya lo había demostrado
con el sardo salpicado que abrió plaza y solo el mal manejo de la espada le privó de tocar pelo.
El astado repitió con celo a la muleta del novillero que dibujó naturales de
buen trazo y templados derechazos. Remató la faena con una tanda de
bernadinas, tan ajustadas como el quite por saltilleras que hizo con el capote
plegado a la espalda.
El debutante
Rafael Serna se estrenó con caballos con Guerrero, un astado que no
acabó de entregarse
a la muleta, al que había que llevarlo siempre muy templadito. El sevillano
consiguió hilvanar una
serie al natural y fue ganando confianza de mitad de faena en adelante. Eficaz
con la espada y animoso con el capote en el quite por chicuelinas cortó la oreja.
En el sexto se
fue a chiqueros y allí aguantó la parada de otro novillo que fue bravo en la
muleta a la que fue largo y con mucha transmisión. Estuvo muy templado con
la diestra, gustándose al natural de más a menos. Dominó los tiempos, supo medir las
distancias y no perdonó en la suerte suprema. Otras dos orejas y salida a
hombros por la puerta grande.
Alejandro
Conquero no pudo unirse al triunfo aunque demostró que tiene ganas y valor
pero que tiene entrenar en el carretón. No dudó en ponerse de rodillas cada vez que tuvo la
oportunidad: en el remate a la verónica del recibo al segundo, en el comienzo de la
faena de muleta, en los desplantes y en el final por manoletinas. Hubo buen
toreo al natural y en redondo ante un astado con mucha calidad. El onubense se
atascó con la espada
y perdió el trofeo. Con
el quinto no pudo lucirse. Castigado en varas llegó al tercio final con pocas
fuerzas y Conquero realizó un trasteo anodino que volvió a pinchar. La
tarde ya tenía su historia.
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