"Año tras año veo cómo pasan los inviernos y nada cambia, la inanición del sector es lo que de verdad me aterra, se ponen algunas vendas, pero nadie coge el toro realmente por los cuernos, nadie asume la responsabilidad de ver cómo afrontamos el futuro más allá de las grandes ferias, porque las grandes plazas de una u otra manera tiene el futuro seguro, pero cuándo vamos a centrarnos en revitalizar el circuito de los pueblos, ahí está la salvación de la Tauromaquia".
Javier Núñez no está tranquilo. El ganadero de La Palmosilla siempre ha sido activo, especialmente en redes sociales, cuando toca hablar del futuro. Tiene claro que ‘ahora mismo, la única misión de los ganaderos es sobrevivir’, pero, por desgracia, ve otro mal mucho mayor: ‘La inmovilidad del sector es aún más preocupante que la situación crítica que tenemos hoy los ganaderos’.
En su opinión, ‘relanzar los pueblos es la mejor inversión que puede hacer el toreo’.
‘Es bueno para todos los sectores: hay que sacar más toreros nuevos entre los jóvenes, mantener y recuperar todas las plazas de toros que sea posible en los pueblos de España, porque permite abrir el abanico de empresarios que apuesten por el toro; y, en mi caso, como ganadero, hay decenas de ganaderías que subsisten y que nos hemos abierto camino gracias a lidiar en los pueblos, esos festejos de la España rural permiten seleccionar en la plaza a los criadores de bravo’, enumera reclamando ‘un modelo que se ajuste a las necesidades reales de todos, no podemos estar esperando siempre las subvenciones’.
Y es que Javier Núñez tiene claro que ‘la renovación del sector es, como para el resto de segmentos del toreo, la salvación para los ganaderos’.
‘Estamos atenazados por esta situación, que afecta mucho a la cría del toro, siempre intento alertar del problema general de la Tauromaquia y alzar la voz, porque, en el caso del campo, si las cosas siguen así no vamos tardar en ver noticias de ganaderías vendidas o que van al matadero’, lamenta preocupado.
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