
En otro pasaje de su trabajo, Lachepelle explica que “el reconocimiento de la libertad como valor superior en el primer artículo de la Constitución – su ubicación no es una casualidad – tiene como consecuencia que la Fiesta de los toros no pueda ser prohibida por el Estado, sino que sólo tiene que ser regulada, y es el ciudadano español quien debe decidir, en función de sus convicciones morales, éticas o religiosas si celebra/asiste o no a la Fiesta. No es el papel del Estado decidir, en cuanto su fundamento, sobre la propia libertad de su pueblo”
Ha sido elaborado por Amélie Lachapelle, estudiante del Master de Derecho, especialidad “Estado y Europa”, en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y alumna del Programa ERASMUS (2012-2013) en la Universidad de salmantina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario