A pesar de un lote infumable echa mano de la cadencia y la pureza en su alternativa mexicana.
La pequeña figura de Urdiales, caminaba por primera vez en la colosal La México, con su seria concepción del toreo.
El matador es estricto entendedor de la razón oculta de la tauromaquia: la trascendencia.
Pero es difícil aplicar rigor con elementos extraños a las exigencias de la fiesta brava como fueron los toros que atravesaron toriles.
Para Urdiales fueron segundo y quinto.
A la sombra simplemente la toreó perfecto. Desde las medias verónicas a los muletazos trenzados mientras la zapatilla hacia un hoyo en el albero de tanto peso y seriedad. La falta de transmisión del toro restó sobrecogimiento a la faena que fue canónica. Pinchó, descabelló mal varias veces y perdió los trofeos. Un reconocimiento al maestro en forma de vuelta al ruedo fue el colofón de su primer toro en la México.
Asombra con un buey
Su segundo era un buey a punto de echarse a dormir. Solo con mucho conocimiento se puede sacar una tanda a un montón de carne mansa, y Diego Urdiales se la sacó.
Su segundo era un buey a punto de echarse a dormir. Solo con mucho conocimiento se puede sacar una tanda a un montón de carne mansa, y Diego Urdiales se la sacó.
Y fue tal la labor que se vio su ejecución con asombro por los buenos aficionados. Se dejó ir el torero en la faena satisfecho por lidiar al toro y relajado perdió la muleta. Fue a cambiar los trastos y a vuelta el animal ya no estaba más que para morir.
Así fue su alternativa en la plaza más grande del mundo. Seguro vuelve el español, bien, pero que exija toros bravos, si no el magisterio no sirve de gran cosa.
Fermín Rivera estuvo muy mal con el primero y más acertado con su siguiente. Le dieron una de esas incompresibles orejas de La México. Armillita no pudo con el único toro interesante de la corrida que nos dejó de lo mejor de la corrida en una larga vara y unas valientes banderillas. Se le fue crudo el encastadito al espada. Antes de todo esto el rejoneador Alejandro Zendejas, estuvo acrobático y valiente. Y seguimos esperando el toro bravo. Al menos ya llegó Urdiales.
El rejoneador Alejandro Zendejas, palmas; Diego Urdiales, que confirmó alternativa, vuelta al ruedo y ovación con saludos; Fermín Rivera, silencio tras aviso y oreja; Fermín Espinosa "Armillita IV", silencio en ambos.
Entrada: Un cuarto. La terna fue obligada a saludar antes de que saliera el primer toro de la tarde. Diego Urdiales confirmó alternativa con Personaje, número 645, de 505 kilos, negro girón, de Bernaldo de Quirós. Saludó tras banderillear al cuarto Cristian Sánchez.
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