La Plaza de Toros de Campofrío es considerada como la más antigua de España.
Inaugurada en 1718 su historia ha estado ligada a la de la pequeña localidad onubense.
En las estribaciones del Parque Natural de Sierra de Aracena y Picos de Aroche y la comarca minera de Riotinto en la que queda enclavada, encontramos la pequeña localidad de Campofrío, un pueblo apacible de casas encaladas sobre las que destaca el perfil de la torre y la cúpula de la Iglesia San Miguel Arcángel, y que guarda un tesoro único. La plaza de toros de Campofrío es la más antigua de España.
Construido en 1716 e inaugurado en 1718, en este coso taurino de planta circular se celebraban festejos antes que en la Maestranza de Sevilla o en la plaza de Ronda. Y aún hoy continúa siendo escenario de corridas a cargo de toreros de toda la geografía nacional. Este verano ha cumplido 300 años de historia y ha sido declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, recibiendo la protección pertinente como monumento de relevancia cultural no sólo de la provincia de Huelva, sino de Andalucía y España.

Pero la Cofradía del Apóstol Santiago no sólo fue creada en Campofrío para el culto a su figura matriz, sino también para, según su acta de constitución, “proporcionar motivos de profano esparcimiento”. Este esparcimiento incluía fiestas donde fluía el vino y la comida y se lidiaban toros de cuerda en la plaza de la iglesia, coincidiendo con la festividad del Santo. No en vano, la Plaza de Toros de Campofrío fue inaugurada en 1718 en plenas fiestas jacobeas para albergar una práctica que cada vez era más habitual en la época, el toreo a pie.

En el libro titulado ‘Campofrío, la Plaza de Toros más antigua de España’, editado por Iniciativa Cultural y la Diputación de Huelva, además de ofrecer un pormenorizado recorrido por la historia y las características arquitectónicas de la plaza, se recogen toda clase de recuerdos de los vecinos, documentados con fotografías, carteles y otras pruebas del vínculo de la plaza con la vida social de Campofrío.
Tanto para los amantes del mundo del toro como para aquellos interesados en la cultura y la historia de la región, la visita a la plaza de toros de Campofrío es ineludible. A pesar de dos remodelaciones realizadas en el siglo XX, la plaza continúa ofreciendo su imagen original, con su bonito perímetro de mampostería blanca enfoscada y sus detalles granates que la hacen única.
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