Un entradón, con 23.000 espectadores, como argumento para sostener la vigencia de los toros.
Con este género el gran damnificado ha sido Talavante. Por delante se encontró con un lote infumable, ambos toros se pararon escandalosamente en la muleta. Talavante, en vez de enmendarlo con torería, se resignó y encima anduvo horroroso con la espada.
Álvaro Lorenzo salvó los muebles en el segundo, el que se dejó con temple por el pitón izquierdo. Allí encontró el torero un salvavidas. Pero en los ocho descabellos hundió lo poco bueno. Con el sobrero de Mayalde , un buey, hizo de tripas corazón.
Luis David Adame se esforzó con el tercero en algún muletazo por el pitón izquierdo hasta que el toro se apagó. El sexto se paraba en la suerte y Adame lo trasteó como pudo.MADRID. Cuarta del abono de Otoño. Casi lleno: 23.018 espectadores (97,4% del aforo). Cinco toros de Adolfo Martín, correctos de presentación, pero muy deslucidos; un sobrero cinqueño (5º bis) del Conde de Mayalde, manejable, aunque débil. Alejandro Talavante (de verde hoja y oro), silencio y pitos. Álvaro Lorenzo (de grana y oro), silencio tras un aviso y silencio tras un aviso. Luis David Adame (de marino y oro), silencio y silencio tras un aviso.
El cartel del sábado
Toros de Miura, Cortes de Moura y Ángel Sánchez para
Diego Ventura en solitario.

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