La plaza de toros de El Plantío de Burgos se puede reformar e incluso cubrir con una inversión que ronda los 5 millones de euros. De este modo, el Ayuntamiento de la ciudad y más concretamente su alcalde, Javier Lacalle, están sopesando en la posibilidad de aparcar definitivamente el proyecto de derribo del actual coso y levantar otro cuyo presupuesto de inversión para las arcas municipales se había estimado en más de 40 millones a costear en un cuarto de siglo y con los gastos de mantenimiento a cargo del Consistorio.
El cambio de opinión del Gabinete Lacalle ha estado impulsada por dos informes de la Secretaria General del Ayuntamiento que rechazan los estudios de viabilidad del proyecto de construcción del nuevo coso y que pormenorizan el proyecto se sostiene exclusivamente en la aportación económica que hace el Consistorio y que no contempla otros potenciales usuarios del nuevo edificio al margen del propio Ayuntamiento que estaría obligado a pagar anualmente un canon de utilización del inmueble de 1,44 millones a la empresa constructora. La conclusión de los informes, compuestos de más de quince folios, desaconseja continuar adelante con el plan.
Así las cosas, desde el Equipo de Gobierno se estudia el modo de afrontar, previo consenso con la oposición a la que ya se está sondeando, una reforma de la plaza de toros, centrando los trabajos en sus dos mayores problemas: la estructura y las evacuaciones de agua. El informe del grupo de expertos de la Universidad de Burgos (UBU) que durante los primeros meses de 2013 estudiaron a detalle el estado de conservación del inmueble, subrayaba la posibilidad de desarrollar en varias fases, trabajos de reforma por valor de 5 millones.
La decisión definitiva de este espinoso y farragoso asunto que tiene su origen en hace más de una década, ponía tomarse en el transcurso de la próxima semana.
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