¿Qué es la emoción del Arte de la Tauromaquia?. La frialdad de la inteligencia humana no puede convertirlo en concepto. En las Fallas sin embargo pudimos acercarnos a ella por momentos e intentar captar su esencia desde los tendidos o por televisión, gracias a donde mejor se manifiesta, en la casta y bravura mostrada por los toros de Victoriano del Río.
La casta en el toro, la bravura, es la que hace este Arte bello. Se requieren muchos elementos, es verdad, pero cuando hay un toro que impone por su comportamiento nos olvidamos de la monotonía, de la embestida sin emoción y, digámoslo sin remilgos, fácil y que solo hay que acompañar con las telas.Pero a lo que me quiero referir es a que cuando hay casta, se palpa el peligro y aparece el "drama", entonces, aparte de gustos, se valora todo lo que se realice por el torero en el ruedo, y esto es lo que a la postre une a toda la afición. La Tauromaquia es una pluralidad de gustos e interpretaciones pero es necesaria que la gobierne un principio de unidad, que sin duda es la casta.
El principio unificador es la bravura y casta del toro, la difícil, la que llega a los tendidos, eso es lo que nos dará valor al ideal concebido que tenemos por Torero. Sin ese principio unificador cada día nos damos cuenta de que no hay belleza identitaria, sino un caos de interpretaciones informe que llega a duros enfrentamientos entre aficionados y profesionales. La casta, como capacidad combativa del toro, es la que imprime sello a la obra de arte taurómaca. Si permanece fuera de este principio de unidad dejando paso a la "nobleza" y/o "calidad", se produce la fealdad. El toreo será un episodio inconexo, incoherente sin peligro transmitido sin emoción al tendido, y que, al final, hace que se vuelva a la desunión de la afición.
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