La conclusión es que en Sevilla existe la impresión de que los toreros y los empresarios callan y ocultan, y eso no es propio de gente digna y con categoría.
Pues que sepan los toreros y los empresarios que ellos, y solo ellos, están haciendo más contra la fiesta de los toros que todo el antitaurinismo andante.
Y que no tengan duda de que la historia, más pronto que tarde, les pasará factura por su manifiesta irresponsabilidad. Porque la mentira tiene las patitas muy cortas. Y la fiesta está necesitada de transparencia, honorabilidad, integridad, verdad y emoción, conceptos que no parece que se hayan barajado en esta crisis.
Mientras tanto, la impresión generalizada es que unos y otros nos toman el pelo y pretenden engañarnos como a chinos... Una verdadera pena
Por: Antonio Lorca -EL PAÍS
1 comentario:
Vaya, parece que el personal empieza a abrir los ojos Pepe. Esperemos que no sea tarde, pero mucho me da a mi, que esto va pa largo...hasta el final.
Un saludo.
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