La Feria de la Magdalena presentaba esta tarde su segundo festejo,una Novillada con Picadores para los diestros: Vicente Soler, Jorge Expósito y Varea.
La ganadería de Tomás Prieto presentó unos astados de piel clara que impusieron su ley en la arena.
Media plaza, cielo nublado y viento frío del norte, para un público que tenía ganas.
Los novillos eran de la ganadería Tomás Prieto de la Cal. Muy bien presentados, todos menos el segundo (berrendo negro), de color claro ligeros, corredores y fuertes. Con un tamaño entre los 400 y 500 kilos. Toros que miraban fijamente,sin bajar la cabeza; grandes, imponentes, que exigían una lidia muy precisa. Hubo más toro que torero. Y tanto los espadas como sus cuadrillas, lo tuvieron realmente complicado. El primer toro, Veragueño, fue para Vicente Soler, que salió con muchas ganas, y tuvo algunos pases espectaculares. Lo intentó de muchas maneras, pero no consiguió hilar los pases ni arrancar a la banda de música. La gente lo recibió con cariño y aplaudió la gesta.
Entró a matar decidido, con una buena estocada, pero el toro resistió. Dieron un aviso, y al final hubo que descabellar. El público pidió una oreja que negó el presidente. Aplausos.
El segundo fue para el espada Jorge Expósito. UnBerreno negro, de nombre ‘Hocicón’, que se resistió de principio a fin, y al que el novillero apenas pudo sacar nada. El astado le plantó cara y hasta le quitó el capote. Miraba de lado en los pases, y se colaba al menor descuido. El público llegó a temer por el diestro. Al final entró a matar. Media estocada, pero fue suficiente, el toro dobló.
Y el tercero fue el mejor de la tarde. Toreaba Varea, que plantó cara a‘vinatero’, un jabonero de 427 kilos. La faena fue buena desde el principio, aunque el astado avisó quitándole la capa. Varea no se amilanó.Lo encaró con coraje, no perdió oportunidad de lucirse y el público empezó a calentarse. Bueno con el capote, supo humillar al toro, que acabó dándole mucho juego. Levantó a la plaza, se entusiasmó con la faena. A la hora de matar, una buena estocada, que no derribó al astado. Se le dio un aviso y hubo de intentarlo con el descabello, que consiguió al segundo intento.
El público supo agradecer el trabajo. La plaza pidió la oreja y esta vez el presidente le concedió el trofeo.Llegó el cuarto.Vicente Soler lo recibió a la puerta de chiqueros. Pero‘Ligero’, un jabonero claro de 447 kilos, imponía lo suyo. Lo mejor fueron los pares debanderillas de Soler. Tuvo que entrar a matar tres veces. Media estocada, pinchazo y media estocada que fulminaron al astado.
Dicen que no hay quinto malo. En este caso, el quinto imponía ¡y como!.Jabonero, de nombre ‘botinero’, con 457 kilos, mirada de frente, cabeza levantada y dueño de la arena durante toda la lidia. Novillero y cuadrilla lo miraban casi de lejos. Complicado de torear, hasta los banderilleros se amilanaron ante él.
No hubo mala faena, simplemente, no la hubo. Y a la hora de entrar a matar, Jorge Exposito necesitó dos pinchazos antes de volcarse sobre el astado y meterle la espada hasta el puño. Pero Botinero aguantó. Se dio el aviso y Expósito hubo de rematar con descabello.
Y llegó el sexto, un berreno jabón, llamado ‘Arrempuja’. Era más pequeño de sus hermanos, en cuanto a peso, 408 kilos. Pero como los otros, también complicado y desafiante.Arrancaba deprisa, se giraba y buscaba. En la suerte de banderillas,uno de los miembros de la cuadrilla de Varea resbaló y cayó delante del toro. El toro acometió una y otra vez intentando cornearlo. Ante los gritos angustiados del público y la desesperación de sus compañeros que intentaban apartarlo y quitárselo de encima una y otra vez.
Afortunadamente fue una cogida muy aparatosa pero sin consecuencias, que solo acabó con parte del traje del banderillero, que salió airoso y se incorporó a la lidia.
Pero tras este incidente, y vistas las intenciones de ‘Arrempuja’,desconfianza y temor entre Varea y su cuadrilla. Varea no pudo humillarlo y optó por matar. Bastó media estocada. Aplausos
.Castellón información.
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