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lunes, 31 de marzo de 2014

Puntos de Vista

¿EN MANOS DE QUIÉN ESTAMOS?

El problema de la Fiesta, no es de toro ni de toreros. Y si así fuese, sería un problema coyuntural. Estamos ante un Morante, que es de los mejores artistas de la historia (para mí el mejor, pues además sintetiza en su tauromaquia, todo el siglo XX adaptado al XXI), un Ponce que es un figurón histórico y casi irrepetible, o un Juli. Y no digamos JT. Y hay otros, que pueden llegar a ser primeras figuras pronto (Manzanares, Perera, Talavante...), aunque ese último escalón, es el más complicado.
 Y tenemos un toro, que observado con perspectiva, es un toro serio, grande, astifino, sano....es decir, que el espectáculo no sufre un problema de falta de integridad en Europa. Todo lo contrario. Aunque haya errores, claro. 
Y además, tanto el toro, como la propia tauromaquia, está en continua evolución.
 Y todas las épocas, han tenido sus pros y sus contras. Es algo normal, en cualquier arte. Solamente hay que mirar las hemerotecas, para darse cuenta, como en cada época, siempre hubo gente que ninguneó a las figuras y al toro de cada tiempo.
 Nadie se salvó. Ni tan siquiera Joselito y Belmonte.


¿Dónde está el problema de la Fiesta, entonces? A parte de la crisis económica, y que está afectando como en cualquier otro sector. Pienso que en los próximos años vamos a vivir un repunte del espectáculo, que vendrá acompañado de la recuperación económica (Como ha demostrado Juan Medina, el nº de espectáculo va unido al PIB de España), junto a una hornada de nuevos toreros (por una cuestión de edad y años de alternativa, saldrán nuevos toreros) y un toro, que fuera de la masificación de principios de siglo, seguramente, esté más seleccionado y embestirá más y mejor. Pero a pesar de ese repunte, que conoceremos en el próximo lustro, hay un problema de fondo que no se acaba de solucionar, y que seguramente a medio/largo plazo (20 años aprox.) haga que la Fiesta de los Toros quede muy reducida. El gran problema es la DESTAURINIZACIÓN DE LA SOCIEDAD. El problema de fondo, es que, frente a toreros y ganaderos, que son agentes de acción y cortoplacistas en su naturaleza, hay un elemento estable, que son los que manejan y mandan en el sector, y que es la industria. Media docena de familias, que llevan en ésto décadas, y no se preocuparon de crear una industria transparente, fiable, moderna, que pusiera en valor, el activo de la Fiesta. Prefieren no mover nada, porque tienen montado un sector, en el que ganarán dinero, hasta el último momento. Ahí tienen el ejemplo de Balañá, que después de prohibirse los toros en Cataluña, ganará más dinero si cabe. Ya sea en forma de indemnización o de recalificación. Y Matilla cogerá su pellizco. Un chollo.La Fiesta de los toros, o sigue siendo un espectáculo popular, y es aceptado por la mayor parte de la sociedad, o tendrá sus años contado. La pregunta es: QUIÉN GOBIERNA EL TOREO ¿ESTÁ CAPACITADO PARA CREAR UNA INDUSTRIA TAURINA DEL SIGLO XXI?, y éste es el verdadero drama, y la pregunta que debería hacerse cada AFICIONADO, CADA MEDIO Y CADA PROFESIONAL. Mientras el personal, se entretiene en twitter con el toro y la tora, y juega a ningunear a los toreros, los que mandan y controlan el negocio, viven plácidamente y se van de rositas. Y como además, también mandan sobre la prensa, o gran parte de ella, pues en un sector reducido y endogámico no hay libertad, pues nadie mete el dedo en la llaga.
 Y resulta que nos encontramos que EL SECTOR ESTÁ GOBERNADO POR HIJOS DE PAPÁ, QUE NO DIERON NUNCA UN PALO AL AGUA, QUE ESTÁN RICOS Y QUE LO SEGUIRÁN ESTANDO. GENTE SIN FORMACIÓN, SIN CAPACIDAD Y SIN AFICIÓN para crear una industria moderna, profesional, fuerte y que pusiera a la Tauromaquia en el lugar que merece, pues debería ser la primera industria cultural de nuestro país. Una industria con innumerables posibilidades.
Lo peor de todo, es que todo está preparado para buscar culpables y salvarse ellos. Por eso, leemos continuamente que todos los males de la Fiesta está en tal o cual torero. Lo curioso, es que cuando ese torero se retira, deja de ser un problema. Y el problema empieza a ser el torero nuevo. Aunque el argumento queda. Solo va cambiando el o los protagonistas. 
 Un ejemplo: La prensa se mete con la figura de turno porque NO llena en Jerez, pero no dice, que hay 7.000 personas a 80 € el tendido, y que eso es un pelotazo en esa zona, ahora mismo. No existe otro artista, de cualquier otra disciplina, que consiga algo igual en Jerez, cuando además, ese mismo torero actúa varias veces más en la provincia. Así y todo se le critica. 
¿Saben ustedes qué?, NO hay nadie de la prensa (ni de los aficionados) que diga que MATILLA no pisa Jerez (y en teoría es el promotor taurino), que no mueve un dedo, y que como la plaza no se llena, le pega un recorte al artista que lo flipas. 
Y que como además, pone a sus toreros, al final hasta le gana dinero. Eso sí, no mueve un dedo por la Fiesta ni por JEREZ. Solo recoge comisiones. 
Hasta que el cuerpo y la Fiesta resista. Pero nadie, le dice ¿Usted a qué se dedica?¿Por qué no montan una ESTRUCTURA PROFESIONAL de economistas, de comunicadores, de abogados....y se crea una industria moderna, transparente, fiable que se encargue de poner en valor el activo de la Fiesta ante la sociedad?
¿Por qué no crean un sector fiable y transparente? El personal se mete con el artista que mete a 7.000 personas en Jerez y que a los dos meses mete a 11.000 en El Puerto. ¿Curioso, verdad? Pues así está esto. Y a Matilla le dicen que es "listo" y "trabajador". ¿Listo?¿Trabajador? Y entonces, ¿Por qué, Matilla y sus compañeros tienen a la Fiesta en el sumidero de la sociedad española?
Ese Matilla, ese Canorea, esos Choperas, ese Manuel Martínez Erice, esos Lozanos, ese Casas (el tuerto en el pais de los ciegos)....que si los sacas del menudeo de la Fiesta, no tienen ni idea de nada. ¿Por qué no los invitan nunca, a una escuela de negocio para explicar algo?¿Qué van a explicar? No tienen nada que contar. Se encontraron un sector que vive de la inercia, y llegará hasta donde tenga que llegar. Porque además, tienen la suerte, de que el toreo es tan grande, que vive de la ilusión de los cuatro locos que todavía quedamos, y de que en muchos sitios, sigue siendo una costumbre (hasta que deje de serlo, claro)
Ése invierno, presenté un proyecto. Más que las cuestiones concretas (que se puede matizar), me interesa más, propagar el espíritu. Os lo dejo:

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