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martes, 15 de mayo de 2018

Armenia-Lituania


La tarde no estaba nada mal: el viento dificultaba la voluntariosa labor de los toreros y el presidente había devuelto a los corrales uno de los adefesios que bajo el cada vez más sospechoso nombre de Las Ramblas se lidiaba en la, parece ser, primera plaza del mundo. La eminencia en cuestión se había cubierto de gloria sacando el pañuelo verde por la única y absurda razón de que el buey era manso de libro. Y reglamentos aparte, ¿qué esperaba de un buey aprobado por él mismo?

La cosa, luego, no fue a mejor. A excepción del sobrero de José Cruz, suelto de carnes, con movilidad y buen aire, pero con el público a la contra, tanto del toro y de la faena de David Mora (que tuvo un inicio precioso y después tremendos altibajos) lo que quedaba en los corrales fue un desastre. El quinto, morfológicamente hablando, se lidió en la fecha exacta, ahora que empieza el Rocío y las carretas hacen el camino, y al corrido en sexto turno sólo le faltó un palmo más de altura y la “A” con las dos asas para anunciar que venía de “Zahariche”.
 Eso sí: encaste Domecq.
Hubo quien argumentó, en un alarde de imaginación, que la corrida valía para cualquier plaza, aunque yo matizaría que para donde valió fue para cualquier calle. Pero no hubo suerte, y la reseñó para Madrid el equipo de Simón Casas, también conocido como el creador del “San Isidro perfecto” (con la ayuda de Matilla, deberíamos añadir). 
Antes de la cena me dio por leer lo que escribían en los portales de Internet y en ninguno daban nombres y apellidos de los responsables de semejante estafa. 
Eso sí: el banner de publicidad que no falte: EL MUNDIAL DEL TOREO, rezaba el eslogan. Y entonces me acordé de la frase de un amigo con más peligro que una caja de bombas: “si San Isidro es el mundial del toreo, esto es el Armenia-Lituania”. Como de costumbre, quedó cero a cero.

Por Álvaro Acevedo - Cuadernos de Tauromaquia.

Madrid, lunes 14 de mayo de 2018. Feria de San Isidro. Toros de Las Ramblas. El cuarto, devuelto sorpresivamente a los corrales, fue sustituido por un sobrero de José Cruz. Bien presentados, nobles a excepción del 6º. Bueno el 4º bis de José Cruz. David Mora, saludos y silencio; Juan del Álamo, ovación tras aviso y silencio; y José Garrido, silencio en ambos. Entrada: Dos tercios. En el segundo de la tarde saludó Jarocho en banderillas; mientras que en el cuarto bis hizo lo propio Ángel Otero.

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