El matador de toros onubense David de Miranda, será intervenido quirúrgicamente de las fracturas vertebrales sufridas durante el festejo de este domingo en la localidad zamorana de Toro.
Así lo ha corroborado el propio apoderado del diestro, Jorge Buendía:
"Este martes será cuando los médicos pongan fecha a la operación.
De momento están esperando a que se desinflame un poco la zona", avanza el mentor del joven espada onubense.
Tal y como relata Buendía, De Miranda fue trasladado anoche de madrugada desde Zamora hasta el hospital Virgen de la Vega de Salamanca para ser examinado por un neurocirujano que dictaminara si, finalmente, la operación era o no necesaria: "Cada noticia que han ido dándonos ha sido peor que las anteriores, pero no debemos caer en el pesimismo porque los propios médicos también hablan de milagro", expone; y continúa: "Yo estaba en la plaza y me asusté mucho al ver cómo caía contra el suelo. Fui de los primeros en llegar al torero y cuando le vi la cara blanca, los ojos vueltos y las manos agarrotadas se me vino el mundo encima. En ese mismo instante me di cuenta de la gravedad del percance y luego, hablando con la cuadrilla, comentamos incluso cómo se había escuchado el chasquido en el golpe contra el piso".
Él mismo se emociona reviviendo la situación: "Cuando salíamos de la plaza David se asfixiaba. Nos decía que no podía respirar, él mismo no dejaba de decírselo a mi hermano, su mozo espadas, que fue quien le quitó la chaquetilla.
Y para mí fue inevitable acordarme de una conversación que mantuve recientemente con Néstor García, apoderado de Iván Fandiño, en la que me contó que esas mismas fueron algunas de las últimas palabras de Iván", detalla con la voz entrecortada.
"Fueron unos minutos angustiosos, pero por fortuna los médicos, en esta ocasión, sí consiguieron estabilizar la situación". Jorge Buendía es claro en sus declaraciones: "El toro le ha machacado la espalda, pero insisto en lo que dicen los médicos: es un milagro que lo de ayer no acabara en tragedia. Al llegar a Salamanca me preguntaron cómo había sido el percance, les enseñé precisamente vuestras fotos de aplausos.es y no se lo creían. Tampoco daban crédito a que tratándose de una fractura múltiple de vértebras no termináramos nosotros de reventarle la médula durante el traslado a la enfermería. Pero ciertamente, en esos momentos de tanto pánico y confusión, en lo que único que piensas es en poner al torero en manos de los médicos y hacerlo cuanto antes", revela sincero.
Asimismo, Buendía adelanta que, tras la próxima intervención, la recuperación del torero se intuye larga y costosa: "Va para largo que se quede en Salamanca. Le van a inmovilizar todo lo que puedan tanto antes como después de la operación porque cualquier mínimo movimiento puede agravar aún más la situación".
No obstante, ni Buendía ni la familia del torero pierden la esperanza en una total recuperación: "Esperemos que la operación vaya bien y se recupere con las menores secuelas posibles. Es joven y tiene fuerza de sobra para luchar".
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