Complicado encierro de Adolfo Martín que dio escaso juego
Casi a reventar la plaza de Madrid con 20.422 espectadores en el cierre de la Feria de Otoño en Las Ventas. Vamos, mucho más gente que una manifestación en Sol con lleno. O sea, que un domingo de octubre, sin un cartel de figurones, la gente se vuelca para ir a los toros en Madrid. Y una preguntita: ¿cuantos miles son capaces de reunir en una manifestación antitaurina?.
Otra cosa bien distinta es que el espectáculo estuviera a la altura de tan masiva asistencia de público. Sin duda la descastadísima corrida de Adolfo Martín ha sido determinante para el negativo resultado. Una fachada impresionante y una ausencia de casta preocupante. Muchos pitones y trapío irreprochable pero indigentes de bravura.
El único toro que recordó la movilidad y la codicia de la casa fue el quinto que midió a Juan Bautista dejándole en bragas. El francés un nunca pudo con la exigencia del toro. En el resto de su lote anduvo facilón y templado en el primero por el pitón derecho y muy trapacero ante la embestida moruchona del quinto.
Paco Ureña hizo un esfuerzo toda la tarde para superar las embestidas cortas o la ausencia de las mismas, como en el sexto al que robó, literalmente, algún muletazo por el pitón izquierdo. En su primero cuajó algunos naturales intermitentes pero rotundos. En el cuarto soportó el mal estilo del toro por ambos pitones que siempre atacó a la defensiva.
Madrid. Domingo 1 de octubre de 2017. Último festejo de la Feria de Otoño. Toros de Adolfo Martin, bien presentados aunque desiguales, de escaso juego y complicados. Juan Bautista, silencio, palmas tras aviso y pitos; Paco Ureña, ovación tras aviso, palmas y ovación tras aviso. Entrada: Lleno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario