En el Congreso del “European College of Sports Science” desarrollado en Barcelona, presentaron un estudio sobre el esfuerzo físico que los toreros deben realizar durante su desempeño. Los resultados arrojados de la investigación determinaron que la actividad física de un torero equivale a un ejercicio muy duro, sobre todo durante las coridas de toros.
Inclusive se asemeja al esfuerzo que pueda realizar un deportista de élite durante una competición. El estudio se fundamentó en la medición de la frecuencia cardíaca de cada segundo en un matador de toros, a lo largo de 24 situaciones divididas en: tentaderos con vacas, toros a puerta cerrada y corridas de toros.
La ponencia fue presentada por Victor Zafrilla, licenciado en Ciencias del Deporte, quien actualmente elabora su tesis doctoral. Al congreso también se sumaron los investigadores Nicolás Terrados y Carlos Mª Tejero, quienes presentaron una ponencia titulada "Frecuencia cardíaca de un matador de toros en entrenamientos y corridas de toros reales".
Por su parte, Zafrilla indicó que el estudio se realiza mediante la colocación de unos pulsómetros de última generación, similares a los que utilizan en el deporte de élite. En el mayor número de actividades, incluido el entrenamiento del toreo de salón, como el entrenamiento en tentaderos con vacas, entrenamiento con toros a puerta cerrada o en situación real de novilladas y corridas de toros.
El especialista en deportes y redactor en FitnessPiratas, Raúl Villegas, explicó que "el esfuerzo físico que realiza un torero se incrementa ante el riesgo latente de las embestidas del toro. Esto provoca que la frecuencia cardíaca pueda llegar a superar sus límites máximos. La frecuencia podría pasar de 124 a 199 pulsaciones por minuto, es decir, que aumenta en 75 latidos", destacó.
El límite de la frecuencia cardíaca se calcula restando 220 a la edad que tenga la persona, por ejemplo, si una persona tiene 40 años su frecuencia cardíaca máxima es de 180. Aunque en el caso de deportistas de alto rendimiento ese límite pueden sobrepasarlo, sin que eso represente un riesgo para la salud.
El ponente Zafrilla se mantiene en la investigación científica tomando datos de la frecuencia cardíaca de matadores de distintas plazas, que incluyen las categorías de 1ª, 2ª y 3ª. En esta investigación cuenta con la colaboración de más de 15 toreros, como: Julián López "El Juli", Miguel Ángel Perera, Rafaelillo, Diego Urdiales, también Alberto Aguilar, Antonio Nazaré, Sergio Serrano, entre otros.
El objetivo central del estudio es presentar la tauromaquia desde el ámbito científico, con la finalidad que se conozca todo el esfuerzo que realiza un torero en la plaza. De esta manera, ganar mayor respeto por parte del aficionado, pero sobre todo el reconocimiento de la preparación física que se requiere para ser taurino.
"Se trata de un estudio sobre la variabilidad que tiene la frecuencia cardíaca en las distintas situaciones de actividad física que tienen los toreros y poder determinar qué elementos son los más influyentes en la alteración de la frecuencia cardíaca”, explicó Zafrilla.
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