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martes, 27 de mayo de 2014

Tal día como hoy......


....triunfa Rafael Carbonell en el Día de la Ascensión de hace 60 años

                                                                                  Por Vicente Parra Roldán

Mientras la afición choquera seguía muy preocupada por el estado físico de Antonio Borrero “Chamaco” tras la gravísima cogida sufrida en Córdoba, se organizó una novillada para el Día de la Asunción, en la que se lidiaron astados de Soto de la Fuente por parte del sevillano Antonio Cobos y los onubenses Rafael Carbonell y Paco García Vázquez.

Acudió bastante público a los tendidos del coso onubense y, a lo largo del festejo, estuvieron al lado de Rafael Carbonell, quien totalizó tres orejas que le valieron para salir, una vez más, por la puerta grande del coso de la Vega Larga, la plaza de sus grandes éxitos.

El de la Isla Chica se lució al veroniquear a sus dos oponentes para realizar dos faenas variadas, en la que destacaron espléndidos derechazos y los largos y mandones naturales ejecutados con mucha gracia, intercalando pases de adornos entre los aplausos de losa espectadores y los compases de la música que la Banda interpretaba en su honor. Una oreja en su primero y las dos de su segundo, trofeos con los que, entre ovaciones, paseó el ruedo.

Antonio Cobos se lució con su primero al que le realizó una buena faena que malogró por el mal uso de los aceros por lo que, tras oír un aviso, dio la vuelta. Con el cuarto, de arrancada incierta y con cierto peligro, el sevillano, que se había lucido al banderillear, decidió terminar pronto.


Por su parte, Paco García Vázquez no estuvo muy afortunado con el tercero de la tarde, que le desarmó y revolcó en varias ocasiones, cambiando las tornas en el que cerró plaza, donde el onubense dio muestras de su arte, especialmente en una serie de toreo al natural y otra de derechazos en los que estuvo acompañado por la música. Sin embargo, a la hora de matar se mostró muy endeble y, paulatinamente, fueron sonando los tres avisos hasta que el animal fue devuelto a los corrales. No fue, por tanto, la tarde del torero local.

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