Plaza de Toros de Cabeza la Vaca (Badajoz)
Ganadería de Buenavista
Miguel Ángel Silva, dos orejas y dos orejas
José Garrido, ovación con saludos y ovación con saludos
David de Miranda, vuelta al ruedo y dos orejas y rabo
Bonito ambiente el del pueblo de la serranía sur pacense, que podía igual ser de la serranía norte onubense. Feria de día, ambiente taurino y buenos aficionados. buen yantar y el calor propio de la canícula bellotera.
En la plaza menos gente de la que la mejor novillada que se puede ver a estas alturas de la temporada merecía. La sombra llena, el sol cuatro héroes y poco más.
La novillada no nos ha parecido buena ni guapa como la que el año pasado se lidió en esta misma bonita plaza.. Ha habido de todo, el primero por noble, pero chico, el cuarto y el sexto , por duración sin entrega, de más presencia, el quinto un hijoputa con balcones a la calle y segundo y tercero con dificultades pero ni buenos ni malos, sino todo lo contrario.
Luego, Silva demostró su pundonor, su saber estar, su querer hacer las cosas bien y su seguridad con la espada. El de Zafra toreó sin complejos, en novillero que se cuaja, acompañando, usando las virtudes de los utreros y queriendo bajar la mano y torear largo. Su altura le facilita las cosas al entrar a matar, su disposición también.
Garrido se las vio con el lote de menos posibilidades. Esta muy toreado, se maneja con brillantez con la seda, ayuda mucho a romper a los bravos. Con la muleta lo hace todo según los cánones, mandando mucho, y siempre busca el terreno de compromiso. Su raza de torero es superlativa, manda en el escalafón y hoy demostró porqué sin tocar pelo . Se deja pegar por un muletazo y se viene arriba en la brega.
Miranda toreó con soltura al soso segundo, y con brillantez y pureza al natural al "a su aire" sexto. Siempre deja cosas interesantes con el capote de recibo y en los quites, variado, imaginativo y su virtud más principal, con una personalidad que es un valor en si mismo. La sorpresa de la tarde es el torero de mucho valor al natural. Izquierdazos en series muy macizas, siempre muy pesados. colocado donde a los toros les cuesta decir "no" con el toro embebido en los vuelos, templados, y muy cerca de las taleguillas, con toques de maestro para acompasar la embestida. Pinchó a su primero y reventó al segundo. Esa espada no debe fallar.
Agradable espectáculo, con tres novilleros que apetece seguir viendo, y a los que vamos a ver, una pena que no hayamos podido disfrutar de reñidos tercios de quites.Otra vez será, ocasión habrá, seguro.
Por J.G.B en Ambitotoros
Por J.G.B en Ambitotoros
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