Por Vicente Parra Roldán.
Flojas actuaciones en las Colombinas del 2004.
Cinco festejos condensados en cuatro días
compusieron el abono colombino de hace una década y en el que los únicos
nombres onubenses fueron el de Manuel Ángel Millares y el de La Dehesilla, que
lidió un sobrero.
El festejo inaugural se celebró el 31 de julio,
lidiándose cinco astados de los Hermanos Tornay y uno, en primer lugar un
sobrero de La Dehesilla que reemplazó al titular, devuelto por tener los
pitones escobillados y sangrando abundantemente. Fue la primera decisión que tuvo
que tomar Domingo Prieto, que aquella tarde debutó como presidente en la plaza
de La Merced.
José María Manzanares padre fue
silenciado con el débil primero y pitado en el cuarto; Finito de Córdoba oyó
unas palmas en el segundo y saludó en el quinto, mientras que Salvador Vega,
silenciado en el tercero, cortó la única oreja de la tarde en el que cerró
plaza.
Al día siguiente, festejos de rejones,
con malos toros de la Viuda de Flores Tassara.
La único oreja la cortó Andy
Cartagena en el tercero para ser ovacionado y avisado en el sexto; Leonardo
Hernández padre fue silenciado al acabar con sus dos oponentes al igual que
Pablo Hermoso de Mendoza.
Por la noche se celebró un festejo de recortadores
que sustituyó al habitual cómico.
La segunda corrida tuvo como protagonista
a Miguel Ángel Perera, que se presentaba en La Merced, y cortó una oreja en su
primero para ser ovacionado en el otro. Sus compañeros de cartel, Jesuli de
Torrecera y Manuel Escribano, que entró en sustitución del lesionado Dávila
Miura fueron silenciados en sus primeros oponentes y ovacionados en el otro.
Para el día grande se anunciaron toros de
Santiago Domecq para Javier Conde, que fue silenciado en sus dos toros además
de avisado en el cuarto; El Juli que cortó una oreja a cada uno de su lote al
igual que El Fandi, que, además, oyó un aviso en su primero.
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