La licitación por la plaza de toros de Málaga escenifica el estado nacional del toreo.
O el grupo surgido de la, llamémosle, fusión entre una rama de las empresas del magnate mexicano y la Casa Chopera. Unas siglas (MBF) que abarcan Salamanca, Logroño, San Sebastián, Almería, Olivenza y lo que colee de la FIT.
Y Bilbao, aunque se niegue oficialmente (en las cartas del grupo a los toreros para comprometer fechas, figura).
Como si hubieran forzado una entente -miremos lo que nos une y no lo que nos separa; de pronto Casas, Nautalia y Erice en el mismo barco tras la jugada del concurso de Las Ventas- para detener el avance "enemigo".
Así que allí en la Costa del Sol andan escondiéndose las cartas de contratación y compromiso entre los toreros de una facción y la otra (cuando la carta de un único torero desequilibraría todo...). Ya antes de que el diputado de la cosa dijese que esa estrategia es clave. La descojonación, que escribiría Pérez-Reverte.
Por ZABALA DE LA SERNA.http://www.elmundo.es/
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