Puerta Grande...exagerada, que se abrió para Enrique Ponce por una oreja que en Madrid chirría. Esa oreja, después de un pinchazo y un sablazo tendido nunca puede concederse en esta plaza. ¿Queda claro?. Y también queda claro que en comparación con las que han cortado Morenito de Aranda, David Mora, Roca Rey y Miguel Ángel Perera, resulta más digestiva.
Para cerrar el capítulo de la dichosa oreja hay que reconocer a Enrique Ponce su laboriosa faena ante el espectacular toro burraco de Garcigrande, que, de paso, ha venido a Madrid con grandeza y calidad. Toro en el límite de su fuerza, el toro ideal para la técnica de este torero. Faena de recursos y mucho cerebro. Y en la exhibición del Ponce total, su primera faena con cadencia en las verónicas y temple en la muleta, enroscándose al toro pero de patita retrasada. ¿Quedamos?. Y final a lo Ponce, flexionando la pierna de apoyo para torear por bajo y encandilar a la gente. Lo dicho, Ponce total, al 100%.
David Mora se dejó ir el toro de la tarde , el tercero, un Garcigrande de inmensa calidad al que trapaceó en una faena atolondrada. En el quinto no superó el genio del toro.
Madrid, viernes 2 de julio de 2017. Toros de Domingo Hernández, bien presentados, muy serios, con mucha arboladura, corrida cuajada y musculada, noble, encastada y de buen juego a excepción del deslucido quinto y del descalzado cuarto. Bravo e importante el sexto, para el que se pidió la vuelta al ruedo. Buenos segundo y tercero, ovacionados en el arrastre. Enrique Ponce, oreja y oreja tras aviso; David Mora, ovación con saludos en ambos; Varea, que confirmó alternativa, silencio tras aviso y silencio. Entrada: Lleno de "No hay billetes". Saludó en banderillas en el tercero Ángel Otero y Antoñares en el quinto.
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