UN CORRIDON pesar de la exagerada vuelta al ruedo al quinto
Para ridículo del taurinismo, desmontando otra vez sus interesadas teorías sobre el peso, volumen y edad del toro "ideal", ayer salió un corridón deRehuelga con un promedio de 578 kilos, todos cinqueños y dieron un espectáculo por su movilidad, pelea en varas y algunos por su juego soberano en la muleta. El cuento del toro que embiste o sea ligero de kilos, utrero adelantado y descolgado de carnes vuelve a quedar hecho trizas en Madrid.
Si el otro día fue la corrida de Garcigrande, ayer los santacolomas de Rafael Buendía vuelven a demostrar que cuando hay casta detrás el peso y la edad no determinan el juego del toro. No fue la de Rehuelga la corrida perfecta, ni mucho menos, y hasta la vuelta al ruedo al quinto resultó una exageración triunfalista de la presidencia, pero la corrida dejó una huella de casta y en algún caso de bravura que merece un notable.
La corrida ha sido un canto a la casta. Una casta que Alberto Aguilar soportó por partida doble con el lote de la tarde. Le costó un mundo su primero y tardó en encontrar el temple y la distancia en el quinto, entendiendo que debía ligar dejando el engaño en la cara del toro para embarcar la embestida sin solución de continuidad y cuajar naturales y redondos muy serios en su concepción. Un feo espadazo afeó el conjunto.
Fernando Robleño, sin dejar de insistir en su lote, estuvo espeso y por debajo del cuarto. Al finalizar la corrida fue obligado a saludar el mayoral de la ganadería.
Madrid, miércoles 7 de junio de 2017. Feria de San Isidro. Cinco toros de Rehuelga y un remiendo de San Martín (1º). Bien presentados, desiguales de hechuras, hondos y serios. Hubo tres toros de alta nota: 3º, 5º y sobre todo el 6º, el que más humilló y más fondo tuvo. Se le dio la vuelta al ruedo al noble 5º, de nombre "Liebre", nº 20, cárdeno bragado meano corrido, de 647 kilos y nacido en 11/11, que fue bravo en el caballo y noble y pronto en la muleta, pero sin terminar de humillar. Hubo ovación en el arrastre para el encastado y exigente 3º. Y también fue ovacionado el bravo 6º, animal con clase y entrega, muy completo, para el que se pidió también la vuelta al ruedo. Fernando Robleño, silencio y silencio tras aviso; Alberto Aguilar, silencio y ovación con saludos tras petición; y Pérez Mota, pitos en ambos. Entrada: Media plaza larga. El mayoral de la ganadería fue obligado a saludar desde el tercio al término del festejo. Saludó tras banderillear al 3º Juan Contreras.
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