La sorpresa la dio Manolo Roig “Niño de la Isla”

Por Vicente Parra Roldán

Para la tarde del domingo 15 de mayo de 1.977, se anunció en la Plaza Monumental de Huelva un festival a beneficio de la Asociación de Niños y Adolescentes Subnormales con un cartel muy atractivo y que contaba con las actuaciones de Miguel Báez “Litri”, Antonio Borrero “Chamaco”, Manolo Roig “Niño de la Isla”, Curro Méndez y Salvador Ortega para lidiar tres novillos de la ganadería de Litri, otro del hierro de San Patricio, propiedad de Chamaco, y otro de la Viuda de don Diego Garrido.

Lo más destacado fue la actuación de ese hombre todo corazón que se llama Manolo Roig. Con el corazón en su sitio, toreó un bravo eral. He escrito toreó, pues su actuación no fue otra que dialogar amigablemente con su enemigo. Bellos lances instrumentó Manolo Roig para recibir al codicioso animal, ganándole terreno en cada uno de ellos. Luego, con más coraje que un novillero de veinte años, se fue hacia los medios para ligar unas geniales chicuelinas. Con la muleta, Manolo nos hizo pasar un rato agradable, pues supo sacarle el mejor partido a la res. Belleza, precisión, estilo y empaque fueron los ingredientes de su labor.
¡Que bellos aquellos naturales enlazados con los de pecho¡
Y hasta tres veces los repitió. Con satisfacción paseó las orejas de su oponente.
Y con satisfacción queda en nuestra retina su muleteo.
Ay, si tuviera menos edad.

También fue muy interesante la actuación de Salvador Ortega. Aún acusando los lógicos defectos de su bisoñez, apuntó cosas interesantes y, sobre todo, deseos de triunfar. Lo más importe fue la variedad.

Tanto Litri como Chamaco supieron estar bien. Caldearon el ambiente y llevaron la nostalgia a muchos pares de ojos. Ciertamente, sus enemigos no fueron muy colaboradores, pero ellos intentaron sacarles el mejor provecho posible.
Por su parte, Curro Méndez no entendió al bravo novillo de Garrido, ahogando continuamente su embestida para terminar aburriéndose con sus descabellos.

Otro cosa a destacar fue la amplia presencia de espectadores en los tendidos pese a la tarde lluviosa pero las ganas de colaborar con la obra benéfica y los deseos de ver toros hicieron que el público acudiera en gran cantidad.