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jueves, 24 de mayo de 2012

En el centenario de Juan Reus

"La fiesta de los toros me ha atraído por su cromatismo"
Centenario del nacimiento de Juan Reus, uno de los grandes exponentes del impresionismo taurino
En un año plagado de centenarios de honda raíces culturales y artísticas, el próximo 19 de octubre se cumplirán cien años del nacimiento del pintor Juan Reus, uno de los más genuinos representantes del impresionismo taurino, Su tierra natal, Valencia, que suele tener siempre sensibilidad para estas efemérides tiene previsto celebrar algunos actos conmemorativos. La extensa obra de Reus tiene uno de sus exponentes principales en su faceta como cartelista, trabajando para la histórica Litografía Ortega, una verdadera institución en este campo. En este trabajo, reproducimos un archivo de audio, con una amenísima conversación del pintor con José Aledón.


José AledónEl melancólico octubre aún queda algo lejos, pero no por ello se nos puede afear apresuramiento alguno al escribir estas líneas en el florido mayo, pues el maestro siempre decía que él contaba su tiempo desde el mismo momento de la concepción, de modo que, según sus cuentas, aún pecamos de tardíos.
Hombre tan excepcional y con una vida tan larga e intensa como la suya es siempre una fuente inagotable – incluso no estando ya entre nosotros – de energía y estímulo para lograr ese - tan feliz como inestable - equilibrio entre el trabajo y el placer, entre la obligación y la devoción.
Valenciano consciente de serlo, libó de la esencia de otros paisanos ilustres con los pinceles en la mano: Carlos Ruano Llopis, su querido maestro; Roberto Domingo, a quién más admiró, Peris Brell, Porcar, Segrelles y Ricardo Verde, dilecto amigo, generando un estilo propio inimitable.
Pintó de todo y lo pintó bien, pero su pasión, su devoción, fue la pintura de toros y toreros, por ese orden, notándose a las claras en toda su obra el inmenso amor que profesó a los animales a lo largo de su vida (era una verdadera institución para los gatos de su vecindario, no siendo nada raro verle muchas noches darles de comer), mostrando la sin igual belleza del toro de lidia, tanto en el campo como en la plaza.
Estas líneas no pretenden llegar siquiera a esbozo biográfico, sino más bien transmitir, con pincelada suelta, mi más profunda y sincera admiración hacia el artista y el hombre, a quien tuve el privilegio de conocer.

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